Autora: Dra. MJ Gibert.
Fecha de actualización: 17/11/19.
Los prematuros son aquellos nacidos antes de las 37 semanas de gestación, es decir, tres semanas antes que la fecha probable del parto. El 80% de los prematuros nacen en Asia y en África subsahariana, donde sus porcentajes casi duplican los europeos.
Como es evidente, cuanto antes se adelante un embarazo con respecto a las 37 semanas, las consecuencias serán peores. Por suerte, en todo el mundo, los prematuros más frecuentes son los más leves, esto es, el 85% nacen entre las 32 y las 36 semanas, mientras que sólo el 5% lo hace a las 28 semanas o menos.
Si bien la prematuridad es un riesgo de muerte y de secuelas, éstas se acumulan sobre todo entre los que nacen a las 26 semanas o menos, pues sobreviven entre un 20 y un 50% y, de la mitad a tres cuartas partes de los supervivientes sufren secuelas graves. Si tenemos la mala suerte de parir entre las 23 y 24 semanas, estamos en un momento crítico, con secuelas hasta en el 95% de los casos, pues en estas semanas no son viables del todo, por eso se les llama fetos previables.
En España, el 7,5% de nacidos son prematuros, aunque de menos de 28 semanas solamente lo son 3 de cada 1.000 nacidos, entonces, en nuestro país nacen cada año unos 1.000 prematuros importantes. Su consumo de recursos sanitarios es muy alto, más que un adulto ingresado en una UCI, y los resultados no siempre buenos, máxime si pensamos en que tenemos una personita que tiene toda una vida, con sus limitaciones o no, por delante.
Desde el punto de vista ginecológico, lo que podemos hacer es aconsejaros en cómo disminuir las posibilidades de parir un hijo antes de tiempo:
– No parir ni demasiado joven (menos de 20 años), ni demasiado mayor (30 y muchos).
– No fumar. Importante: desde que en España se prohibió fumar en sitios públicos, se ha documentado una disminución de nacimientos prematuros y de bajo peso.
– No consumir bebidas alcohólicas.
– No usar drogas.
– Seguir nuestras recomendaciones en cuanto a la nutrición y el ejercicio.
– Acudir a las visitas de control prenatal recomendadas.
– Vacunarte de la gripe cuando toque.
Hay otras circunstancias sobre las que no podéis actuar y que aumentan el riesgo: si naciste prematura o si vuestra madre tuvo prematuros, si tienes alguna malformación uterina, si te han conizado, si eres hipertensa, si eres diabética antes del embarazo, si esperas gemelos, si tienes placenta previa o si se rompe la bolsa de las aguas antes de tiempo.
Igualmente, una mujer que ha parido un hijo a los 9 meses, si se vuelve a quedar embarazada, disminuye su probabilidad de parir antes de tiempo del 7,5% al 2% o menos. En otras palabras, su globo uterino se ha puesto a prueba con su primer embarazo y ha aguantado durante 9 meses, así, si funcionó una vez, lo probable es que retenga al feto en el siguiente.
Los ginecólogos podemos actuar de varias maneras:
Otra forma de cuidaros es estar pendientes de vuestras necesidades, de si tenéis contracciones, de si tenéis pérdidas de sangre, de cómo evolucionan vuestros feto y placenta. De esta manera, hemos conseguido que muchas pacientes de alto riesgo pudieran parir a unas semanas de embarazo más que aceptables, incluso algunas que tenían un riesgo tremendo de parir mucho antes de tiempo.
Fuentes de la información: