Estudios científicos de calidad menor habían asociado el uso del chupete con una menor duración de la lactancia materna, por ello, era práctica habitual hasta hace poco desaconsejar el uso del chupete en niños amamantados. Si los padres lo utilizaban como “tranquilizador” del bebé e incluso como analgésico durante procesos dolorosos como la vacunación, se les animaba a ofrecerles el pecho, succionar el dedo del progenitor o al contacto piel con piel, que tienen efectos similares.

Sin embargo, estudios recientes han constatado que el uso del chupete protege del síndrome de muerte súbita del lactante, evitándolo en más de la mitad de los casos. Asociaciones profesionales de prestigio reconocido, como la American Academy of Pediatrics o la Asociación Española de Pediatría han decidido, tras sopesar todas las pruebas científicas disponibles, recomendar el uso del chupete por la noche y durante las siestas, en un intento de reducir la muerte súbita. Esta recomendación cobra mayor fuerza en el caso de lactancia artificial, ya que se priva al lactante de un factor protector importante: la lactancia materna.

En el caso de lactancia materna es mejor retrasar el uso el chupete hasta después de cumplido el primer mes y no introducirlo nunca antes de los 10-15 días de vida, esto es, hasta que la lactancia materna esté establecida. Hay que tener en cuenta que el recién nacido debe aprender bien la técnica de la lactancia y el uso de tetinas artificiales (biberones y chupetes) pueden enlentecer su aprendizaje. También hay que saber que no se debe forzar su uso si el bebé lo rechaza.

Otro asunto de interés es cuándo abandonar el chupete, pues su uso prolongado ha sido relacionado con la maloclusión dentaria y mayor frecuencia de otitis, gastroenteritis y candidiasis oral. Entonces, visto que la muerte súbita del lactante baja mucho después del sexto mes, el mejor momento para dejarlo de utilizar estaría entre los 6 y 12 meses de vida.

No hay que olvidar que la postura en la que descansa el bebé también es importante para evitar la muerte súbita, así, hay que ponerlo en la cuna boca arriba o, en su defecto, de lado y nunca boca abajo.

Fuentes de la información:

• O’Connor NR, Tanabe KO, Siadaty MS, Hauck FR. Pacifiers and Breastfeeding. A Systematic Review. Arch Pediatr Adolesc Med. 2009;163:378-82. [acceso 26-4-14].  Disponible en: http://archpedi.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=381289
• Lozano de la Torre MJ, Pallás Alonso CR, Hernández Aguilar MT, et al. Uso del chupete y lactancia materna. An Pediatr (Barc). 2011;74:271.e1—271.e5. [acceso 26-4-14].  Disponible en: https://www.ihan.es/cd/documentos/comite/chupete_clm.pdf
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