DRA. GIBERT

Día Mundial del Cáncer de Ovario: 8 de mayo

7 mayo, 2022

De nuevo estamos aquí para recordaros la importancia de diagnosticar el cáncer de ovario a tiempo.

Os dejamos la imagen de una lesión maligna de ovario. Siempre nos llama la atención como un órgano que mide unos 2-3 cm de largo en condiciones normales, puede aumentar tanto de tamaño y no sólo eso, sino su capacidad de salir fuera del ovario y lanzar grumos de células tumorales dentro del abdomen, como si fueran salpicaduras de pintura. Y es que más de la mitad se diagnostican en estadios avanzados por dos motivos: no es demasiado frecuente (3.700 nuevos diagnósticos al año en toda España y algo menos de 60 en Mallorca) y no duele al crecer, es un cáncer indolente. Como es de esperar, las demoras en su detección empeoran su pronóstico y ello es lo que suele ocurrir: al diagnóstico ya han salido del ovario y afectan a toda la cavidad abdominal.

¿Qué nos debe poner en alerta?

  • El dolor pélvico y/o abdominal persistentes.
  • El aumento del perímetro abdominal constante aunque con pérdida de apetito o sensación de estar siempre llena.
  • Tener ganas constantes de orinar, como si casi no tuviéramos espacio para guardar la orina.

Si ello te ocurre, no esperes y consulta con tu médico de confianza.

 

El cáncer de ovario se diagnostica por sus síntomas: escuchemos a nuestro cuerpo

 

A diferencia del cáncer de mama, no hay formas efectivas de diagnóstico precoz para toda la población como pueden ser las mamografías periódicas.

Algunas mujeres lo pueden prevenir, pues tienen antecedentes familiares ligados a una mutación del gen BRCA. En estos casos, les extirpamos trompas y ovarios antes de que lleguen a la menopausia.

En otras mujeres sin estos antecedentes, pero que deben operarse por problemas ginecológicos benignos y, siempre que no quieran tener hijos, les extirpamos las trompas de Falopio y les dejamos los ovarios. Se cree que retirar las trompas de Falopio también protege del cáncer de ovario a las mujeres sin mutaciones genéticas predisponentes.

Por otra parte, el uso de anticonceptivos hormonales (pastillas, inyectables, anillos, parches y DIU) reduce el riesgo de padecer un cáncer de ovario, incluso aunque haga muchos años que los hayas dejado. Y esto lo tenemos también en cuenta en la consulta.