Éste es el segundo año que cumplimos con el compromiso de publicar los resultados de nuestra actividad en el área de partos. Como ya dijimos el año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera que la tasa ideal de cesárea debe oscilar entre el 10 y el 15%. Aun así, la Dra. Marleen Temmerman, directora del Departamento de Salud Reproductiva de la OMS declara que «Lo importante es garantizar que se ofrezca la cesárea a todas las mujeres que la necesiten, y no centrarse simplemente en alcanzar una tasa determinada.»
Durante el 2016, atendimos el parto de 71 mujeres e hicimos 11 cesáreas (15%), porcentaje que entra dentro de los intervalos recomendados internacionalmente. El 55% de los partos fueron no instrumentados y el 30% instrumentados (sólo 1 de 21 precisó el fórceps, el resto se hicieron con la ventosa obstétrica, instrumento que arriesga muy poco la integridad genital de la madre). Tres de los partos atendidos fueron gemelos, y dos de ellos se produjeron por vía vaginal de manera exitosa, mientras que el tercero fue por cesárea dado que el primer gemelo venía atravesado.
La anestesia regional (epidural o raquianestesia) se aplicó a 69 mujeres. Quizás esto explica el recurso frecuente a la ventosa obstétrica a las mujeres que parían su primer hijo. Se conoce que el uso de la epidural no aumenta las cesáreas pero sí aumenta las «ayudas» en el expulsivo, muchas veces por poca sensación de pujo de la madre.
En cuanto al corte en el periné antes del nacimiento («episiotomía»), lo realizamos en el 30% de los partos vaginales y en el 20% de los partos normales o eutócicos. El 43% de los partos vaginales cursaron con un desgarro superficial y el 22% con uno de tipo II (lesión de piel, grasa y músculo subyacente), ambos tipos de desgarro con muy buenos resultados después de la sutura de la herida o de no suturarla, si es pequeña.
Si nos comparamos con los resultados de los hospitales públicos de Baleares de los últimos años, aunque con las lógicas reservas, ya que nuestro número de partes es mucho más bajo, tenemos menos porcentaje de cesáreas, más uso de epidural y de ventosa obstétrica.
A lo largo del año, sólo tuvimos que derivar a una gestante a un hospital público a causa de portar un feto de bajo peso y riesgo de prematuridad mientras que el resto de pacientes atendidas por nosotros y que deseaban parir al sector privado, pudieron llevar a cabo todo su proceso sin tener que recurrir a la sanidad pública.
Otra vez, nuestro agradecimiento al buen trabajo del equipo de matronas y auxiliares del Hospital Quirón Palmaplanas, muchas de ellas compañeras desde que me inicié en el oficio ginecológico y algunas, incluso, alumnas mías de la Unidad Docente de Matronas. Sin ellas, lo que les cuento no hubiera sido posible. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que nuestras cifras mejoren o que, al menos, se estabilicen.
Fuente: Dra. Gibert.
