DRA. GIBERT

De nuevo, seguimos fieles a nuestra cita de evaluación anual y apostamos por la transparencia respecto al manejo de embarazos y partos, porque sin evaluación no hay excelencia posible. ¡Ya son 8 años de rendición de cuentas!

Seguimos subiendo en mujeres que nos confían su control gestacional, pues han sido 128, de las cuales 69 han parido con nuestra ayuda, esto es, el 54%, cifra que se mantiene a lo largo de los años.

En una época de bajísima natalidad, las madres y sus familias viven sus embarazos como situaciones excepcionales y no quieren dejar nada al azar. Es frecuente el control compartido con la Seguridad Social e, incluso, con más agentes de salud. Si bien entendemos el sentir profano, el control en un solo centro es más que suficiente y el «multicontrol», en lugar de ayudar, más bien desorienta y entorpece.

Lo mejor es optar por los profesionales que os den una mayor confianza y ofrezcan buenos resultados globales. Y aquí estamos, para ayudaros a decidir si queréis que nuestro equipo os lleve el embarazo y el parto.

 


Aunque nos alegramos mucho cuando nos elegís para vuestros embarazos y partos, nuestra prioridad es que escojáis después de disponer de información de calidad


 

Aunque la Dra. Gibert es la que gestiona vuestras gestaciones, no está sola. Sabe que los resultados son importantes y, por ello, la primera mitad del embarazo, época en la que se estudia exhaustivamente la anatomía del feto, comparte la evaluación ecográfica con otros compañeros que son también de solvencia reconocida. ¡Ya será difícil que, entre los dos o tres profesionales que realizamos las ecografías a vuestros hijos, todos obviemos malformaciones detectables mediante los ultrasonidos!!

Entre nuestros partos, el 55% correspondieron a mamás que parían su segundo hijo, el 41% a primerizas y sólo el 4% se animaron a la familia numerosa. Nos alegramos de que muchas familias no se conformaran sólo con un hijo, cuando en años previos éstas no eran mayoría.

En cuanto a la edad de las madres, hemos oscilado entre los 19 y los 40 años, sin tener mujeres más mayores. Sin embargo, la edad de las madres aumenta poco a poco, ahora con una mediana que supera los 34 años. Ello no ha sido óbice para que la gran mayoría de partos, el 94%, sean el resultado de concepciones espontáneas, que no han necesitado recurrir a la reproducción asistida. Destacamos que una pareja logró el embarazo estando en lista de espera de fecundación in vitro, y otras dos, que previamente habían concebido in vitro, lograron embarazos de modo natural. Ello es otra muestra de que las parejas «más lentas» en conseguir una gestación son más frecuentes que las estériles «absolutas».

Las anestesias regionales, la epidural y la raquídea, siguen siendo las ganadoras, con un 93% de parturientas que recurrieron a ellas. Cinco parturientas alumbraron sin anestesia. Dos optaron libremente por sentir los dolores y las tres restantes tuvieron un parto tan rápido, que no tuvieron la oportunidad de decidir qué tipo de anestesia deseaban.

Nuestra tasa de cesáreas sigue superando el deseado 15% defendido por la OMS, pero este año hemos bajado, pues de 69 partos, 12 han sido cesáreas, esto es, el 17,4%. Como siempre, os resumimos el análisis de nuestras cesáreas:

  1. Dos mujeres estaban embarazadas de sus terceros retoños y habían parido sus hijos previos por cesárea. En estos casos, no nos quedaba mucha opción. El riesgo de la rotura uterina intraparto tras dos cesáreas es bajo, 1,6%, pero duplica al asociado a una sola cesárea, por ello no nos decidimos a proponerles una prueba de parto vaginal, aunque es probable que nos lo replanteemos pronto.
  2. Dos mamás tenían a sus pequeños en presentación de nalgas o sentados y no quisieron someterse a una versión cefálica, maniobra para girarlos y dejar la cabeza del feto dirigida hacia abajo. Tampoco quisieron probar con un parto vaginal de nalgas, opción que está dentro de nuestra cartera de servicios.
  3. Otras dos parturientas tuvieron una mala experiencia previa, básicamente trabajos de parto largos que acabaron en cesárea. Quedaron exhaustas o preocupadas por la necesidad de reanimación neonatal. Por consiguiente, fueron reacias al uso de oxitocina, lo que allanó la indicación de cesárea.
  4. Una séptima cesárea fue el resultado de una preeclampsia con criterios de gravedad y condiciones desfavorables para parir en un lapso de tiempo seguro tanto para la madre como para el feto.
  5. Las cuatro siguientes fueron inducciones (partos provocados). Las causas de indicar la finalización del embarazo estaban bien justificadas: dos roturas de bolsa, un embarazo de más de 41 semanas y una preeclampsia. En una de ellas usamos prostaglandinas y en otra un balón cervical para mejorar la dilatación antes de la oxitocina. Otra mamá se hizo una versión para cambiar la posición de nalgas de su hijo a cefálica. Después de más de 12 horas de contracciones, no conseguimos que las mamás se pusieran de parto, en consecuencia, indicamos las cesáreas por fracaso de inducción. Y ninguna se quedó con la sensación de que nos precipitáramos en indicar las cirugías.
  6. La última también sufrió rotura de bolsa, pero el cuello uterino estaba blando y dilatable al empezar la inducción. Aunque al principio, el parto evolucionaba bien, la dilatación se estacionó a los 6 cm. Los esfuerzos de cambio de posición de la mamá y de pujos dirigidos fueron del todo infructuosos, por tanto, al constatar que el parto no progresaba, realizamos una cesárea a causa de un estacionamiento del parto.

Cuatro de las cesáreas fueron realizadas a altas horas de la noche, pues que sea tarde no modifica nuestra profesionalidad. Si creemos que la mamá tiene posibilidades de parir por vía vaginal, aunque sea de madrugada, esperamos lo que haga falta, igual que lo haríamos para nosotras.

 


La cesárea es un recurso muy útil, pero no hay que abusar de él, por ello, analizamos meticulosamente el porqué de cada una de ellas


 

Para conocer realmente cómo estamos en cuanto a cesáreas, hemos clasificado los partos según los grupos de Robson y calculado la tasa para cada grupo. Hemos agregado nuestros partos de 2019 a 2022, por ofrecer unas cifras más consistentes. Igualmente, nos hemos comparado con los datos disponibles de dos hospitales locales y uno sevillano, para contrastarnos con otro centro no balear. Agradecemos, desde aquí, al Dr. Tubau la gentileza de pasarnos los datos desglosados del 2021 correspondientes a Son Llàtzer.

Al final, el porcentaje global de cesáreas depende más del tipo de pacientes que recibimos que de cómo se trabaja, por esto, no os damos las cifras globales de los hospitales y sí las de cada grupo de Robson, por ser más orientativas. Basta con que sepáis a que grupo pertenecéis y, a partir de ahí, podéis valorar vuestro riesgo de cesárea. Pensad también que las diferencias pequeñas entre centros pueden deberse simplemente al azar. En cualquier caso, nuestros porcentajes son muy parecidos a los de nuestra auditoría previa y quedamos muy bien parados frente a los hospitales públicos.

 

 

Si necesitáis más información, podéis recurrir a la base de datos española que nos muestra las tasas globales de cesáreas en diferentes centros españoles a lo largo de los últimos años.

Seguimos con los desgarros de la vulva y/o la vagina durante los partos naturales que fueron: ninguno en el 10% de los partos, de tipo I (piel y mucosa) en el 55%, de tipo II (piel y músculo) en el 11% y en el 23% de los partos hubo episiotomía (corte vaginal para favorecer la salida de la cabeza del bebé), cifra que sigue por debajo del 30% o máximo recomendado por la OMS. Tendremos que esmerarnos en que sea más baja, a ver si conseguimos acercarnos al 10%, porcentaje de excelencia según la OMS.

Con respecto a la lactancia materna, somos firmes defensores y, además, el equipo de enfermería de Palmaplanas os ayuda mucho. Maria Antònia, asesora de lactancia de vincleslact, y María José, asesora muy vinculada a la Associació Balear d’Alletament Matern (ABAM), son fundamentales para que la empresa culmine con éxito. El 73% de nuestras parturientas se decantaron por intentar la lactancia materna. No es una cifra óptima, pero seguiremos apoyándola con entusiasmo. En el monitor de la consulta os mostramos fotos de las lactancias de las madres amigas, a ver si os vais animando.

 


Las lactancias maternas no están en su mejor momento aunque hay mucho apoyo disponible, tanto dentro como fuera del hospital


 

Otros temas que preocupan a las mamás y sus familias son:

  • Si hay UCI Neonatal en Palmaplanas: la respuesta es no, pues la única con todos los servicios en Baleares está en Son Espases. Sí que disponemos de un pediatra con manejo en neonatología presente en todos los partos, e incubadoras para el cuidado neonatal en la planta baja y en planta de hospitalización siempre accesibles para los padres. En Instagram os lo explicamos con más detalle.
  • Si trasladamos los neonatos a Son Espases: excepcionalmente, así, el último feto trasladado de entre mis partos fue en 2015. En estos casos, como Palmaplanas está muy cerca de Son Espases, damos permiso a las mamás para que vayan a visitar a su bebé tanto como deseen, con la comodidad de poder dejar su habitación cerrada al ausentarse, y poder descansar al volver durante los primeros días postparto.

 


Sólo hay una UCI neonatal con cartera de servicios completa para toda Baleares, la de Son Espases, pues son muy pocos los recién nacidos que la necesitan


 

También queremos comentaros que hemos puesto ya en marcha las encuestas de satisfacción. Casi la mitad de las parturientas las van respondiendo, así que os animamos a que sigáis participando, pues es la única forma de saber cómo atenderos mejor. Este 2023 intentaremos poner en marcha la versión cefálica externa, pues necesitamos de la ayuda del personal de paritorio y ello no se puede improvisar. Estamos seguros de que Dirección de Palmaplanas querrá colaborar en ampliar la cartera de servicios.

Y acabamos dando las gracias al fabuloso equipo de enfermería de paritorio y hospitalización, y a nuestros anestesistas y pediatras, pues sin ellos nada sería posible.

Este 2023, nuestra emblemática matrona Macu Sahuquillo, supervisora de paritorio, se jubila, y sólo podemos  alegrarnos por ella y entristecernos por nosotros. Todos somos únicos, pero algunos profesionales, como ella, son excepcionales. Y seguro que ello la hará un referente para las generaciones que la siguen.

Agradecemos la confianza depositada en nosotros por las familias y somos conscientes que estamos en un punto de inflexión. Los partos están bajando en toda España y, en este contexto, lo normal es que vayamos disminuyendo en partos en los próximos años.

No queremos faltar a nuestra cita virtual anual para contaros cómo hemos atendido a nuestras embarazadas y sus partos. Y es que ya estamos en nuestra séptima auditoría. ¿Y por qué las hacemos? Porque las evaluaciones mejoran los resultados, y nosotros queremos ser mejores, ni más ni menos.

En una editorial sobre la proporción de cesáreas, el Dr. Carlos Campillo, respetado médico de salud pública en Balears y fallecido recientemente, escribía «no evaluar, no intervenir y dejar las cosas como están es lo más cómodo, pero menoscaba indefectiblemente la efectividad, la seguridad y la eficiencia.» Y en ésas estamos, en no dejar las cosas como están.

 

No evaluar lo que se hace es cómodo pero menoscaba la posibilidad de lograr un buen parto

 

Las mujeres que nos han confiado el control de su embarazo durante el 2021 han sido 116, y 60 han parido con nosotros, es decir, el 52%, proporción que es bastante estable entre nuestras pacientes y a lo largo de los años. No todas las pacientes que nos consultan tienen un seguro que les cubra el parto, así, algunas acuden a nuestro centro sólo para completar sus visitas de la Seguridad Social. Asimismo, atendemos a gestantes de perfiles varios: mujeres que quieren parir sólo en el sector privado, otras que sólo quieren hacerlo en el público y otras que han alternado centros de diferente titularidad para dar a luz a sus hijos. Nuestra actitud es de máximo respeto a la autonomía de la paciente. Para ayudaros en la decisión, os relatamos cómo os atendemos y os mostramos los datos de nuestras auditorías, pero la decisión final, obviamente, es vuestra.
Durante el 2021, más pacientes nuestras se han atrevido a dar hermanos a sus mayores. Si bien la mitad de nuestros partos corresponden a primeros hijos, el 42% de nuestras mujeres han parido su segundo hijo y el 8% se ha animado a formar familia numerosa, una de ellas, de cuatro hijos, por ser su tercer embarazo gemelar. El 2021 ha sido, por tanto, el año en el que hemos tenido más familias grandes. Tener tres hijos en nuestro entorno es poco frecuente, por la intendencia que supone y el coste disparado de la vivienda en Balears.
Si bien la mayoría de nuestras parturientas están en los primeros años de la treintena, es decir, la edad promedio es de 33,3 años, el abanico de edades oscila entre los 23 y los 41 años. El 12% de nuestros partos fueron de mujeres de 40 años o más, cifra parecida a otros años.
Diez partos se lograron gracias a la fecundación in vitro, esto es el 17% y, de nuevo, no hemos atendido ningún parto resultado de inseminación artificial. La edad de las madres actuales fomenta el recurso a las técnicas de reproducción in vitro. La transferencia de los embriones en fase de blasto, al quinto o sexto día de fecundación, ha reducido de forma muy efectiva los embarazos múltiples. De hecho, sólo hemos tenido dos partos de gemelos, uno por vía vaginal y el otro por cesárea, sólo uno de ellos resultado de fecundación in vitro.
De nuevo, la anestesia regional, ya sea epidural o raquídea, es la preferida de nuestras pacientes y nuestros anestesistas. Sólo dos pacientes se animaron a parir con anestesia local y lo hicieron fenomenal. Una de ellas consiguió el nacimiento, por vía vaginal, de una niña de más de 4 kilos después de haber parido a su primer retoño mediante cesárea. Ella ha sido una de las mamás con más coraje y determinación que hemos tenido este año.

Con relación a la vía de parto, 48 han sido atendidos por vía vaginal y 12 mediante cesárea (20,0%), cifra algo superior a lo que hubiéramos deseado, esto es, el 15% que defiende la OMS, aunque ello debe matizarse mediante el análisis que realizamos ya mismo:

  • Cinco cesáreas, el 42%, se realizaron de forma electiva, es decir, antes de que la paciente se pusiera de parto. Tres de ellas se indicaron por feto en presentación podálica, una por tener un mioma que se interponía en el canal de salida del feto y una quinta en una portadora de embarazo gemelar, operada de miomas y con un segundo feto en presentación no cefálica, que no quería arriesgar nada para el nacimiento de su segundo hijo.
  • Las siete restantes se indicaron sobre la marcha, esto es, durante el trabajo de parto, y por los motivos que siguen:
    1. Gestante de 36 semanas, con antecedente de parto vaginal, que rompió bolsa antes de que se pudiera intentar cambiar la presentación de nalgas del feto mediante una versión cefálica externa. A la paciente se le ofreció intentar un parto vaginal, pero declinó la propuesta.
    2. Embarazada por primera vez, que se pone de parto a las 38 semanas con feto también en presentación de nalgas. Se le propuso una versión cefálica externa, pero no la aceptó.
    3. Paciente con antecedente de un parto normal y un segundo hijo en presentación de nalgas. Se le realizó una versión cefálica externa que no funcionó y la paciente, deseosa de un parto vaginal, eligió intentar un parto vaginal de nalgas. Se le indujo el parto, y sólo se alcanzaron 3 cm de dilatación, con un cuello grueso, a pesar de que tuvo contracciones regulares e intensas desde el principio. A las 20 h le realizamos una cesárea.
    4. Mujer que ingresa por parto y cuya dilatación se estaciona a los 9 cm. Se intentaron cambios de posición y pujos dirigidos, lo cual, a pesar de la buena disposición de la paciente, no consiguió mejorar el descenso de la cabeza fetal, ni corregir sus anomalías de posición. Le hicimos una cesárea a las 5 y media de la madrugada.
    5. Madre de un segundo bebé que ingresó por rotura de bolsa la madrugada previa al parto. A la mañana siguiente, se le indujo el parto y, a pesar de haber parido bien su primer hijo, la evolución del segundo parto fue más lenta que la del primero, situación bastante poco frecuente. A los 8 cm, la dilatación se estacionó y aunque nos empecinamos en darle las últimas oportunidades a la paciente mediante pujos dirigidos, flexión de piernas para aumentar los diámetros pélvicos, etc. tuvimos que realizarlse una cesárea pasadas las 3 de la madrugada.
    6. El último caso corresponde a otra madre de un segundo hijo, pero con antecedente de cesárea e inducida esta vez por líquido amniótico escaso. Después de más de 12 horas de oxitocina no conseguimos superar los dos dedos de dilatación, ni alcanzar el borramiento completo, motivo por el cual se le realizó una cesárea pasada la una de la madrugada.

Llegados aquí, el obstáculo más grande que hemos tenido este año son las presentaciones de nalgas, pues estuvieron implicadas en seis de las doce cesáreas. Es evidente que no todas las madres quieren hacerse la versión cefálica externa y que una minoría quiere asumir el riesgo, aunque bajo y controlado, de un parto vaginal de nalgas. Disponer de la versión cefálica en las salas de partos de las clínicas privadas ayudaría a su mayor implantación, ya que más de una mujer optaría por ella si fuera con su ginecólogo de confianza. Imaginad si hubiéramos conseguido evitar sólo tres cesáreas con estas maniobras, entonces, nuestra tasa de cesáreas se hubiera quedado en el deseado 15% global. Y gracias a esta auditoría lo tenemos más claro: disponer de la versión cefálica externa en el sector privado favorecería la disminución de nuestra tasa de cesáreas, y es el camino que debemos seguir.
Y si el problema han sido las presentaciones de nalgas, veamos cómo hemos quedado en el resto de supuestos. Para ello es muy útil utilizar los grupos de Robson y, para disponer de cálculos más robustos, hemos agrupado nuestros partos de 2019, 20 y 21, según consta en la tabla que sigue:

Nuestros estándares de comparación son los hospitales de Manacor,  con una tasa del 18,6% de cesáreas, y el de Huércal-Overa (Almería) con el 16,1%, ambos hospitales dentro del grupo con mejores tasas de cesáreas de España. Nuestras cifras desglosadas quedan muy bien paradas, pues muestran que la probabilidad de parto vaginal es incluso mayor en las mujeres que atendemos. Aun con todo, nuestra cifra de inducciones en las que paren su primer hijo son más altas que las de Manacor, esto es, 24% frente al 12%, lo que puede lastrar nuestros resultados. Vamos revisando todos los años nuestra casuística y no hay inducciones de capricho en las que nunca han parido. Entonces, atribuimos parte de la diferencia a que las cifras de Manacor provienen de una época en la que el parto se provocaba a las 2 semanas posteriores a la fecha probable de parto, cuando ahora se hace a partir de la semana 41ª.

 

Nuestras cifras de partos vaginales, desglosadas según grupos de Robson, quedan bien paradas en comparación con hospitales de calidad reconocida

 

Los desgarros de la vulva y/o la vagina durante el paso del concebido por el canal del parto fueron: 2% ninguno, 49% con desgarros de tipo I y 34% de tipo II. No hubo desgarros que afectaran el ano. Hicimos episiotomía en el 15% de los partos vaginales, cifra que dista mucho de su máximo recomendado que es el 30%. Es posible que el alto número de madres primerizas y la edad avanzada de algunas de ellas favorezca que no logremos el 10% de episiotomías, cifra establecida por la OMS como de excelencia.
El 78% de nuestras parturientas eligieron amamantar a sus bebés, cifra que ha bajado paulatinamente en los últimos años y que se debe interpretar como necesidad de aumentar nuestro apoyo a la lactancia materna.
Para acabar, comentaros que los primeros partos son laboriosos, y necesitan persistencia si se quieren conseguir buenos resultados. En cambio, los segundos suelen ir bastante bien y, para nosotros, son como recoger los frutos del trabajo realizado en el primer parto. Igualmente, para las que acabaron en cesárea de madrugada después de aguantar todo el día de parto, es reconfortante saber que no es lo mismo hacer una cesárea a 2 cm de dilatación que a 9 cm. Las últimas tienen parte del trabajo hecho y están en una posición más ventajosa para tener un segundo parto por vía vaginal que las primeras.
Nada se puede sin la ayuda de un gran EQUIPO como el que tenemos, que hace que algunos partos difíciles salgan adelante, animando a las parturientas, a sus acompañantes, coordinando los pujos con las contracciones, etc., etc. Y por último, agradecer también la confianza depositada por nuestras parturientas, artífices de que, a pesar de la natalidad menguante, Quirónsalud Palmaplanas haya seguido creciendo en partos atendidos, 773 en 2021, 42 más que durante el años anterior. Mil gracias a tod@s.

Con la COVID-19, al igual que sin ella, las nuevas vidas se abren paso entre nosotros y aquí estoy de nuevo, ya con la sexta auditoría anual. Como siempre, una ocasión para ver lo que hemos hecho bien, y lo que podríamos mejorar. Porque la excelencia ni se vislumbra, si no intentamos hacérnosla nuestra.

En 2020, hemos controlado a 121 embarazadas en nuestras consultas, y 64 han parido con nosotros, esto es, el 53%, algo más de la mitad, cifra similar a años previos.

Si nos centramos exclusivamente en nuestros 64 partos, 36 mujeres parieron su primer hijo y 37 el segundo. La que nos falta alumbró gemelos, estrenando así familia numerosa. En los últimos años, la tendencia es al hijo único o a los dos hijos, como mucho. Muchas veces, los progenitores manifiestan su deseo de tener más descendencia, pero invocan razones económicas para restringir su fertilidad. Ya sabemos que la educación, una vivienda mínimamente confortable, algún viaje con la familia y, sobre todo, dedicar tiempo a nuestros hijos son actividades que precisan de unas cuentas más saneadas que lo que permite la coyuntura económica actual.

Las edades de nuestras parturientas oscilaron entre los 18 y los 44 años, con una media de 32,8 años. Catorce tuvieron menos de 30 años (22%), mientras que las de 40 o más, fueron nueve (14%). En otras palabras, hemos tenido un aumento de madres jóvenes, mientras que la proporción de mayores se mantiene.

Siete de nuestros partos (11%) fueron el resultado de técnicas de fecundación in vitro. Este año, no hemos tenido ninguna embarazada resultado de inseminación artificial. Es interesante constatar cómo, desde que se han consolidado la vitrificación de embriones (técnica de congelación que permite la supervivencia de casi todos los embriones) y la transferencia tardía de los mismos, al quinto o al sexto día de su fecundación, han disminuido de forma espectacular los embarazos múltiples antaño asociados a estos procedimientos.

Con respecto a la anestesia, a todas las parturientas, salvo a una, se les administró anestesia regional (epidural y/o raquídea).

En cuanto a la vía de nacimiento, 50 han sido vaginales y 14 cesáreas (21,8%), lo que, por segundo año consecutivo, nos aleja de nuestro objetivo global de 15% de cesáreas. Los partos vaginales necesitaron una ayuda, en forma de ventosa obstétrica, en 22 casos (34% de los partos).

Llegados aquí, lo más sensato es analizar de forma crítica nuestras 14 cesáreas y razonar si estaban justificadas o no, entonces:

  • Dos pacientes portadoras de fetos en presentación de nalgas solicitaron cesárea, a pesar de nuestra insistencia en que se realizaran una versión cefálica externa.
  • Una tercera paciente tenía un problema rectal severo y su cirujana digestiva le recomendó una cesárea, para evitar su agravamiento.
  • Tres pacientes más parieron tres fetos de más de 4 Kg. La envergadura de los concebidos impidió la dilatación satisfactoria y/o el descenso de la cabeza dentro de la pelvis.
  • Una séptima paciente, con placenta baja, inició un sangrado abundante, faltándole muchas horas para lograr un parto vaginal, lo que motivó la cesárea.
  • El feto de la octava paciente quería avanzar dentro de la pelvis presentando la cara en lugar de la nuca. Ello dificulta mucho el parto, ya que el feto no está suficientemente “plegado” como para amoldarse a su camino con facilidad. Por si no fuera poco, en el último minuto, presentó una pérdida de bienestar fetal, lo que hizo que el parto vaginal fuera totalmente inviable.
  • Una novena paciente era portadora de gemelos, el primero de cabeza y el segundo en transversa. Como su primer parto había sido una cesárea, decidió no arriesgar nada.
  • En las cinco restantes, todas las cesáreas se indicaron después de partos largos. Si el trabajo de parto estaba establecido, se esperaron 4 horas sin progresión de la dilatación o descenso de la cabeza antes de indicar una cesárea. Si la dilatación cervical al inicio del parto era escasa, se usaban prostaglandinas en sus distintas modalidades y, si había que esperar dos días entre el ingreso y el parto, previo consenso con la paciente, así se hacía.

Otro recurso de gran ayuda es hacer un análisis pormenorizado de nuestros resultados, según los grupos de Robson, técnica que permite evaluar mejor la idoneidad de la vía de parto que un porcentaje único, como puede ser el mencionado 15%. Porque según el tipo de parturientas que se atiendan, el riesgo de cesárea es mayor o menor. Es decir, no es lo mismo trabajar con una población de mujeres jóvenes y sanas, que alumbren su segundo o tercer hijo después de haber tenido partos vaginales previos, que atender a mujeres más mayores, con algunos problemas de salud o pariendo a sus primeros hijos. En el primer grupo, la probabilidad de parto vaginal es muy superior al segundo, y no es justo poner el mismo objetivo numérico para ambos supuestos.

Para explotar mejor los grupos de Robson, hemos agrupado nuestros partos de 2019 y 2020, según se puede ver en la tabla adjunta. De nuevo, el estándar de comparación es el hospital de Manacor, que tiene una de las mejores tasas de cesáreas de Baleares. Como veréis, nuestras cifras son plenamente equiparables a las de nuestra referencia, con la buena noticia de que nuestras gestantes a término con parto vaginal previo paren incluso mejor. De ahí que cada año os repetimos que un parto vaginal allana mucho el camino al parto siguiente. Tanto es así que, una vez alcanzadas una cierta dilatación del cuello uterino y las 39 semanas de gestación, nuestras pacientes pueden decidir si programar o no su parto, con total libertad, pues los resultados obstétricos y perinatales del parto inducido son tan buenos como si esperamos ponernos de parto espontáneamente.

Aun con todo, también hay buenas noticias para  las pacientes con cesárea anterior, pues si se dejan aconsejar (esperar a que el parto se desencadene, tener paciencia con la dilatación y el expulsivo) los partos vaginales aumentan. Este año, 5 de las 6 mujeres con cesárea anterior que nos hicieron caso consiguieron un parto vaginal.

En cuanto a los desgarros de la vulva y/o la vagina durante el paso del concebido por el canal del parto, de 48 partos vaginales, dos no tuvieron ninguno, 25 uno de tipo I y 15 uno de tipo II. No hubo desgarros que incluyeran el ano. Hicimos 6 episiotomías (12% de los partos vaginales), todas en primerizas. Esta cifra se acerca al objetivo de excelencia recomendado por la OMS que es el 10%, y se aleja mucho de su máximo recomendado o 30%. En nuestra casuística, ni el uso de ventosa obstétrica, ni la edad de las pacientes, ni el uso masivo de la epidural han interferido con nuestras bajas cifras de episiotomías.

El 83% de nuestras parturientas (53 de 64) se decantaron por la lactancia materna, cifra que es inferior al 90% del año anterior y que nos impulsa a resaltar, con más ahínco si cabe, las bondades de la lactancia materna.

Nuestra conclusión es que no hay que desfallecer en la consecución de un parto vaginal seguro para la madre y para el recién nacido. Es importante esforzarse en que el primer parto sea vaginal, incluso aunque haya obstáculos, tales como presentaciones anormales, que suelen poder cambiarse, o que los fetos sean dos.

También insistimos mucho en la dieta, pues la obesidad se vincula a menores tasas de parto vaginal. Las madres primerizas tienden a excederse con su consumo calórico y ello no hace más que fomentar las cesáreas. No pocas veces constatan la bondad de nuestros consejos una vez ya han parido y, cuando se embarazan por segunda vez, sí que intentan limitar su dieta y aumentar el ejercicio, de forma que la evolución del segundo parto suele ser mejor que la del primero.

Y no quiero dejar pasar la oportunidad de agradecer a todo el equipo el trabajo realizado:  matronas  y personal de enfermería de paritorio de Palmaplanas, lideradas por Macu Sahuquillo; personal de enfermería de la 3ª B, con sus inestimables apoyos para la lactancia (Maria Antònia, monitoria de lactancia, y María José, auxiliar de enfermería); pediatras, que nos dan la tranquilidad de que los bebés van a estar bien atendidos; y, por supuesto, los anestesistas.

En definitiva, si quieres ir rápido ve solo, pero si quieres llegar lejos, ve acompañado de un gran EQUIPO como el que tenemos.

Són moltes les parelles que ens plantegen dubtes sobre la inscripció del seu nou fill al Registre Civil  i la gestió dels permisos retribuïts per paternitat o maternitat a càrrec de l’Institut Nacional de Seguretat Social (INSS).

Els tràmits són els mateixos que abans de la crisi sanitària que ens ocupa, però haurem d’evitar, en la mesura del possible, els desplaçaments per a la seva realització.

Per tant, la burocràcia queda així:

    • Demanau al hospital o a la clínica si es realitza o no la inscripció del naixement per via telemàtica. Si és el cas, el Registre Civil envia als progenitors una certificació literal de naixement, però, en cas contrari, els pares se n’hauran d’encarregar de les gestions. Si teniu dubtes, el Registro Civil atén telefonades en horari d’oficina (9-14 h) y al telèfon 971.21.94.28. En canvi, per obtenir un certificat de naixement, es donen facilitats per a que sigui online.
    • La Seguretat Social permet la descàrrega online de la documentació que s’ha d’aportar per sol·licitar la prestació. La presentació telemàtica no està prevista per a tots els casos, per tant, hem de comprovar si complim o no els requisits. Si tenim dubtes, el millor que podem fer és contactar amb la Seguretat Social al telèfon 901.166.565, de dilluns a divendre, de 9 a 14 y de 16 a 20 h, fora festius.

A una altra secció del nostre web, disposau de tota la informació necessària.

Ya vamos por el quinto año de rendición de cuentas de nuestros embarazos y partos. Es una oportunidad que tenemos para reflexionar en cómo hemos hecho nuestro trabajo y en qué podemos mejorar.

Este año, son 101 las gestantes que han recibido nuestra atención durante su embarazo y 60 han escogido parir con nosotros (59%), porcentaje similar al 2018, que fue del 57%. Al fin y al cabo, es bien justo que la paciente sea la que decida el control de embarazo que quiere: exclusivo con nosotros o compartido con la Seguridad Social. Nunca hemos puesto ningún pero a la voluntad de la mujer aunque, eso sí, no repetimos nunca pruebas realizadas en otros centros y hacemos todo lo posible para aprovechar el mejor de los sistemas sanitarios público y privado. Por otra parte, el control exclusivo con nosotros es más que suficiente.

 

Audit_parts_2019

 

Ahora pasaremos a valorar nuestros 60 partos. La mitad exacta, es decir, 30, parieron su primer hijo, una de ellas se animó a empezar una familia numerosa, y el resto tuvieron su segundo hijo. Dos de las mujeres superaban los 40 años, con la mayor de 44 años, aunque la media de edad fue de 32 años. De hecho, sólo 5 de las mujeres tenían menos de 30 años (8%). Este año, 6 embarazos fueron resultado de técnicas de reproducción asistida, la mitad por fecundación in vitro y la otra por inseminación artificial.

En cuanto a los partos, 31 han sido normales (52%), 15 ventosas (25%) y 14 cesáreas (23%). Por lo tanto, este año la tasa bruta de cesáreas ha sido muy superior a lo que hubiéramos querido, que es el 15%. En otras palabras, «nos sobran» 5 cesáreas, ya que con 9 cesáreas hubiéramos abarcado nuestro deseado objetivo.

Queremos destacar que ofrecemos la versión cefálica externa cuando está indicada, propuesta que aceptaron dos pacientes: a una no le funcionó, y no lo quiso volver a intentar, y en la otra se consiguió el objetivo de girar el feto y de que naciera por vía vaginal, sin problemas.

Llegados aquí, pasamos a valorar las cesáreas:

  1. Las cesáreas por voluntad de la mujer: fueron seis y aquí es donde hubiéramos podido actuar más, ¿o no? Yo suelo insistir en las bondades del parto vaginal, de hecho, la mayoría de las pacientes suelen quedar más contentas después de un parto vaginal que de una cesárea, pero, como es comprensible, hay alguna excepción. Debemos tener presente que nuestras pacientes son mujeres con plena capacidad de discernimiento y bien informadas, por lo tanto, entiendo que hay que respetar su deseo, tras insistir «razonablemente» en las bondades del parto vaginal. Dos de estas cesáreas fueron por presentación de nalgas, una de ellas era portadora de un feto largamente deseado y logrado con la ayuda de la ciencia médica, la otra era también madre primeriza y, como ya se ha comentado, se sometió a una versión cefálica externa que fracasó. Tuvimos también dos cesáreas en dos mujeres cerca de los 40 años, que parían sus últimos hijos, con el antecedente de sendas primeras cesáreas realizadas en otros centros debido a preeclampsia (tensión alta con proteínas en orina) y, dado el recuerdo algo amargo de sus primeros embarazos y la repetición de la preeclampsia, no quisieron tentar a la suerte. Hubo otras dos pacientes que quisieron parir por cesárea, aunque tenían treinta y pocos años, los fetos estaban bien colocados y les hubiera valido la pena intentarlo. Una había conseguido su primer hijo después de un largo camino con tratamiento de reproducción asistida, el feto era un poco grande, se angustió mucho y quiso cesárea sí o sí. La última tenía un antecedente de cesárea previa indicada por presentación de nalgas y le fue tan bien que, aunque el segundo hijo estaba bien colocado, no quiso probar el parto vaginal de ninguna manera.
  2. Las cesáreas bien justificadas antes de comenzar el parto: una correspondió a una tercera cesárea, ya que no se suele intentar el parto vaginal en estos casos, por el riesgo de rotura uterina. La otra fue una paciente que rompió bolsa justo en el momento en que el feto estaba atravesado (situación transversa), escenario en el que el parto vaginal es imposible.
  3. Las cesáreas urgentes: fueron seis. Todas empezaron con inducciones de parto bien indicadas: tres por bolsa rota, dos por tensión alta y la sexta por latido del feto anormal y líquido teñido. Salvo el último caso y otro con latido anormal sobrevenido, en los que no pudimos esperar a que la madre dilatara sin amenazar el bienestar fetal, en los demás, se utilizaron prostaglandinas si el cuello uterino estaba muy cerrado y se les dio tiempo, atendiendo sus partos de madrugada o casi.

Otra forma de ver cono vamos es utilizar las categorías de Robson, o clasificación de los partos según riesgo de cesárea, lo que permite compararnos mejor entre equipos de médicos. Como estándar de comparación he utilizado los resultados publicados en Internet de los hospitales de Manacor y de otro hospital con un perfil similar, pero de Almería, ambos con una tasa de cesáreas inferior al 20%. Destacar que los primeros 5 grupos de Robson tienen mucho menos riesgo de cesárea que los 4 penúltimos. Además, los primeros grupos son los más numerosos y, por ello, es más fácil sacar conclusiones sobre las cifras. Como se puede comprobar, las que ya han parido por vía vaginal, nos vuelven a parir siempre por la misma vía, por lo tanto, nuestro porcentaje en este grupo es incluso mejor que el de los otros hospitales. Los nacimientos de los primeros hijos de nuestras pacientes también tienen mejores resultados que los estándares de comparación. Donde tenemos que mejorar es el grupo de cesárea anterior, aunque si las mujeres se acercan a la cuarentena y «cierran la fábrica de los hijos» con el segundo parto, creo que no será demasiado fácil convencerlas de que se sometan a una prueba de parto vaginal.

 

Robson_2019_esp

Ya hemos dicho que la mayoría de las 7 mujeres con cesáreas anteriores prefirieron otra cesárea, aunque en pudimos convencer de ello a 3 de intentar un parto vaginal, teniendo que repetir la cesárea sólo a una de ellas. En definitiva, si las mujeres con cesárea anterior se dejan, tenemos unas 2/3 partes de posibilidades de parto vaginal, cifra bien igual que el año pasado.

Con relación a las tasas brutas de cesáreas del 2019 los hospitales públicos baleares, Son Espases ha tenido un 24% de cesáreas, Menorca un 20%, Inca un 17%, Manacor un 16%, Ibiza y Son Llàtzer un 14%. Las cifras mencionadas son una referencia, aunque nuestro número de partos es demasiado pequeño como para hacer una comparación «al mismo nivel». Nuestra población es de mujeres de más edad, menos hijos y con el doble de porcentaje de casos de cesárea anterior que la mayoría de los hospitales públicos, lo que nos perjudica.

En cuanto a las lesiones del canal del parto, hicimos un 20% de episiotomías, mientras que el 51% tuvieron un desgarro superficial, 20% de segundo grado (lesión de la piel y del músculo subyacente), en un caso (2%) hubo una lesión superficial del esfínter anal que se pudo suturar sin problemas y en el 7% de los partos vaginales el perineo no se desgarró.

Con respecto a lactancia materna fue elegida por el 90% de nuestras parturientas, cifra que es la superior que hemos conseguido desde que hacemos la auditoría y que consideramos difícilmente mejorable.

Para ir terminando, hay que expresar que, a pesar de nuestro ascenso de tasa bruta de cesáreas, hemos conseguido localizar por donde se pierden las buenas cifras. Animar a las mujeres con una cesárea anterior a que intenten un parto vaginal y fomentar las versiones cefálicas en las presentaciones anormales nos ayudarán. En cuanto a las que ya han parido por vía vaginal o se estrenan, transmitirles que nuestras cifras son muy buenas, lo cual nos ayuda a confirmar año tras año que los partos en el sector privado pueden tener elevados estándares de calidad.

Y ahora llega el momento de los merecidos agradecimientos. No queremos dejar pasar la oportunidad de destacar la buena labor realizada por el equipo de matronas de Palmaplanas, lideradas por Antònia Garau y Macu Sahuquillo, y la paciencia que han tenido siempre con nuestros partos y el gran apoyo que nos han brindado. Deseamos también mencionar a los anestesistas, por lo bien que ponen las epidurales y la mucha ayuda que nos dan. Un hurra para los pediatras neonatólogos que acuden a todos los partos y cuidan de los recién nacidos en la planta. Y la enhorabuena al equipo de enfermería de la 3ª planta B, destinada sólo a gestantes y parturientas. El trabajo de enfermería, Anestesia y Pediatría hace que la atención al parto sea el resultado de un trabajo en EQUIPO en el que la tarea de cada uno, más que sumar, multiplica.

 

La primera setmana d’agost es celebra la «Setmana Mundial de la Lactància Materna» a la majoria de països, això sí, no a tots i per què? Perquè hi ha molta gent de vacacions i fa una calor infernal, així que a Espanya i a altres països europeus ens reservam el primer diumenge d’octubre. De qualsevol manera, no volem desaprofitar l’avinentesa per recordar les bondats de la lactància materna i, alhora, establir una «connexió mental» amb la majoria de països que aquests dies la celebren. Així i tot, insistirem un altre cop l’octubre, amb les nostres neurones ja més fresques.

Lact_mat_2019
L’OMS ha escollit per a enguany el lema «Empoderem-nos, facem possible la lactància materna!». I és que per a que la lactància materna sigui possible es necessiten temps i dedicació. Per això, es convida als països a que promoguin legislacions que afavoreixin baixes parentals (de mares i pares), pagades i amb durada suficient. Les baixes de les mares haurien de ser d’almanco 18 setmanes, no de 16 com ara, encara que el desitjable és que siguin de 6 mesos. Invertir en lactància materna és car només al principi, ja que és una inversió amb retorns notables. De fet, el pit fomenta el vincle maternofilial, la millor percepció materna dels primers mesos de vida del seu fill, més salut pel nadó i també per a la família (manco estressos, més benestar) i estalvis múltiples per als sistemes sanitaris (manco visites al pediatre, manco ingressos, manco morts sobtades del lactant). I per a la mare? Doncs també hi ha beneficis: recuperació més ràpida del pes, manco risc de càncer de mama i d’ovari…
Per a un bon establiment de la lactància només hi ha un secret: donar-vos al vostre fill, no hi ha d’haver barreres que us distreguin, és a dir, no hi ha temps ni de fer bugades, ni de fer net la casa, ni de preparar menjar, ni de sortir a passejar. Si moltes vegades us demanen fins a 10 o 12 preses de llet al dia i, sí, és una mica sacrificat, però quan el vostre fill us somriu i creix tant bé, com li podem negar la nostra entrega incondicional?
El que hem dit: donau-vos al vostre fill i la resta vendrà afegida. Un lactant content, que augmenta de pes, que orina i fa deposicions és el que toca, o sigui, que ni us preocupeu de si pren molt o poc. Al principi, és molt habitual que perdin pes, fins a un 15% de disminució es considera normal. Això vol dir que podeu parir un infant de 3.500 g i que passi a pesar 2.975 g els dies següents, i considerar-se dins l’acceptable. També és vera que aquest infant ha d’haver recuperat el seus 3.500 g, com a màxim, als 10 dies de vida i a partir d’aquí, creix que creix.
Lact_mat_E_Tárraga_mall_2019Al web de la nostra Conselleria de Salut, hi trobareu un document gratuït en pdf que us dóna consells molt útils. Aanau a la columna esquerre de la pàgina, feis click sobre la inscripció «Lactància materna» i se vos obrirà el pdf.
I abans de deixar-vos, us hem adjuntat unes il·lustracions d’Encarna Tárraga, del Centre de Salut del Pont d’Inca, que ha accedit, molt amablement, la seva publicació.
Més d’una de vosaltres haureu comprovat que el que plasma n’Encarna és, fil per randa, el que us recomanam a la consulta i el que s’ha acordat a la «Guia de bones pràctiques en l’atenció de l’embaràs, del puerperi i del període neonatal en l’àrea de salut maternoinfantil de les Illes Balears».

Ya hace cuatro años que publicamos la auditoría de embarazos controlados en la consulta de la Dra. Gibert y de los partos derivados. Para nosotros, la transparencia, la honestidad y la rendición de cuentas son rasgos que consideramos muy valiosos.
Auditoria dels nostres embarassos i parts de 2019
Durante el 2018, hemos atendido 95 mujeres con fecha probable de parto dentro del mismo año y 54 de ellas han parido con nosotros.

En cuanto a los partos, 28 de nuestras parturientas se estrenaban en la maternidad (52%). El 14% (4 mujeres) tenían 40 años o más, siendo la mayor de 44 años, mientras que el promedio de edad de nuestras parturientas fue de casi 34 años. Queda claro, por tanto, que en nuestra consulta no somos ajenos al tipo más preponderante de madre actual: pocos hijos y ya entrada la treintena. El 13% de estas pacientes (7 de 54) precisaron la fecundación in vitro para conseguir la gestación, la cual fue indicada sobre todo para baja reserva ovárica (envejecimiento ovárico) y semen de mala calidad.

En cuanto a la vía de parto, 36 de 54 han sido normales (67%), 9 ventosas (17%) y 9 cesáreas (16%).

Hemos evaluado nuestras cesáreas y hemos observado que:

– Dos de ellas fueron mujeres que tenían su primer hijo y les tuvimos que provocar el parto, una para pasar su fecha probable de parto de 9 días y la otra por haber roto la bolsa de las aguas. Antes de bajar a paritorio les administramos prostaglandinas vaginales y, ya en paritorio, estuvieron con dinámica uterina lograda con oxitocina durante más de 12 horas, sin conseguir que se pusieran de parto.

– Dos pacientes más portaban sus fetos sentados (presentación de nalgas), una ya había tenido un parto normal y para la otra era su primer parto. Les ofrecimos una versión cefálica externa y un parto vaginal de nalgas, pero después de varias visitas en las que comentamos, explicamos y aportamos vídeos e información escrita sobre el tema, se decantaron por una cesárea electiva.

– Otros dos pacientes, que tenían su primer parto, llegaron a dilatación casi completa, pero, después de 4 horas entre esperas y pujos dirigidos, no conseguimos que la cabeza fetal se introdujera en la pelvis. Una de ellas parió a las 7 h de la madrugada, después de que ella y todo el equipo intentáramos el objetivo de parto vaginal durante toda la noche.

– La séptima paciente ya había tenido una cesárea con nosotros por parto estacionado. En su primer parto, llegó a dilatación casi completa, pero el feto no se introdujo en el canal del parto tras darle más de 4 horas de margen. En su segundo parte, la evolución fue similar, es decir, dilató muy rápido, pero el tránsito de la cabeza fetal en la pelvis volvió a ser muy lento y el feto, además, presentaba anomalías de latido, por lo que se le adelantó la indicación de cesárea. Nació una niña de 3.550 g que, aunque estaba bien oxigenada, tuvo ciertas dificultades de adaptación a la vida extrauterina que se resolvieron satisfactoriamente con la ayuda de nuestro pediatra neonatólogo de guardia.

– La octava correspondió a una gestante con antecedente de parto vaginal normal que presentó placenta de inserción baja e indicios ecográficos de placenta anormalmente adherida. Le ofrecimos provocar el parto con reserva de sangre, dado que había riesgo de sangrado abundante intra y posparto. Después de semanas de discernimiento, la paciente no quiso asumir riesgos y se hizo una cesárea programada, naciendo un niño en buenas condiciones. La placenta se despegó sin incidencias y la paciente se fue de alta sin anemia.

– La última fue una paciente de constitución física poco favorable a un parto vaginal, con una cesárea a la gestación anterior indicada por peso alto fetal que se confirmó al nacimiento (casi 4 kilos y medio). Le recomendé otra cesárea por tener el cuello uterino cerrado y rígido, crecimiento fetal superior al promedio (aunque el segundo feto era más pequeño que su hermano). La intervención y el puerperio transcurrieron sin incidencias.

Para conseguir el objetivo de la tasa de cesáreas inferior o igual al 15%, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), nos han «sobrado» una o dos cesáreas. Una vez revisadas estas intervenciones, tal vez debemos mejorar nuestro consejo, de forma que se puedan minimizar las cesáreas por el deseo de la madre, o sea, las que la madre pide por percibir un riesgo alto asociado a la prueba de parto vaginal. De hecho, en 2017, convencimos a dos pacientes para que se hicieran la versión cefálica externa, y en 2018 no convencimos a ninguna. Posiblemente, las familias más reducidas de la actualidad y la edad creciente de las madres las hacen más temerosas a la hora de asumir contingencias. Por otra parte, la OMS enfatiza que “Debe hacerse todo lo posible para realizar cesáreas a todas las mujeres que lo necesiten en lugar de intentar alcanzar una tasa determinada.”

Otro tema a tener en cuenta es que la cesárea es bastante segura en nuestro entorno, ya que contamos con un equipo en paritorio y en planta de puerperio (postparto) con una plantilla muy constante y entrenada en una atención excelente.

Con referencia a las incisiones del canal del parto (episiotomía), se aplicaron a 15 de 45 de mujeres (33%), mientras que el 11% tuvieron un desgarro superficial y el 31% uno de segundo grado (herida de piel y de músculo subyacente). No tuvimos ninguna lesión anal (desgarros de los tipos III y IV).

Atendimos a cuatro mujeres con cesárea anterior, a una de ellas se le indicó una cesárea programada, pero a las otras tres se les ofreció prueba de parto. Dos de ellas parieron por vía vaginal y una volvió ser una cesárea. Esto nos demuestra que suele valer la pena hacer una prueba de parto vaginal, por dos motivos: la recuperación de un parto vaginal es mucho mejor que de una segunda cesárea y, cuando se tienen dos hijos en casa, ¡encontrarse bien es muy importante! Por otra parte, si una tiene más descendencia, bajan las posibilidades de someterse a una tercera cesárea.

La lactancia materna fue elegida por 43 de nuestras parturientas, el 80%, cifra que supera en 8 puntos a la del año anterior y se considera adecuada.

Si nos comparamos con los porcentajes de cesáreas del 2017 de los hospitales públicos baleares, con las reservas derivadas de ser nuestro número de partos muy inferior, pero también con la fuerza que nos da haber mantenido cifras próximas al 15% por cuarto año consecutivo, nos encontramos que en Son Espases ha sido del 29%, en Son Llàtzer del 16%, en Inca del 18%, y en Manacor del 14%. Nuestros casos se parecen más a los hospitales públicos de Inca y Manacor, donde se atienden partos a partir de las 35 semanas, aunque allí las proporciones de mujeres con hijos previos paridos por vía vaginal y de mujeres jóvenes son superior, la lo que favorece un porcentaje inferior al nuestro de cesáreas.

Para concluir, opinamos que nuestro porcentaje es bien digno dentro de nuestro entorno, aunque no tenemos que renunciar a ahorrar las cesáreas de beneficio dudoso para la madre y el recién nacido. Además, nuestras auditorías nos muestran, año tras año, que los partos en el sector privado son muy dependientes del profesional ginecólogo que los dirige y, por tanto, que dentro del sector sanitario privado es más que factible conseguir unos muy buenos resultados de vía de parto y perinatales, en un entorno de atención personalizada y confort en el área de hospitalización.

Como los partos vaginales, a veces, se consiguen a base de mucha de paciencia de las madres y de los profesionales implicados, aprovechamos esta ocasión para agradecer al magnífico equipo de matronas de Quirón Palmaplanas su tarea, ya que gran parte del éxito conseguido año tras año no hubiera sido posible sin ellas.

La luna tiene su magia y ahora más, cuando el pasado 27 de julio muchos hemos visto un eclipse total o “luna de sangre”.
Influeix la lluna sobre la data del part La tradición ha relacionado las fases lunares y, sobre todo, la luna llena, con mayor probabilidad de parir, quedarse embarazada, concebir hijos de un sexo u otro y un sinfín de sucesos más o menos relevantes.

Pero, ¿cómo podemos saber si esto es verdad o no? La respuesta es fácil, basta con recoger unos meses de trabajo en una maternidad cualquiera y hacer una lista con los números de partos espontáneos según el día. Luego, asignamos cada día a la fase lunar correspondiente y hacemos un recuento. Por lógica, si disponemos de estudios bien diseñados, realizados en diferentes entornos y con resultados similares podremos responder a la pregunta de forma fundamentada.

Nos hemos puesto manos a la obra y hemos encontrado diez trabajos científicos ilustrativos del tema:

1.- Un artículo publicado en 1979 sobre 11.691 partos acontecidos entre 1974 y 1978 en Los Angeles (California). Se apreció que no había diferencia entre el número de partos en la fase de luna llena y el resto de las fases.

2.- Un estudio realizado en Dublín (Irlanda) y difundido en 1998, que incluye 10.027 partos atendidos a lo largo de mes y medio. No se pudieron apreciar acúmulos de partos ni durante la luna llena, ni en ninguna otra fase lunar.

3.- Un trabajo dado a conocer en 1989 y efectuado en Dinamarca. Se incluyeron 1.269 partos espontáneos atendidos en dos años. No se detectó relación alguna ni del trabajo de parto, ni de la rotura de la bolsa de las aguas con las fases lunares.  Eso sí, vieron que la bolsa de las aguas se rompía más frecuentemente entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana, independientemente de la apariencia lunar.

4.- Un estudio espectacular basado en los 2.760.362 niños nacidos en Austria entre 1970 y 1999. No se probó relación alguna entre la fecha del parto y la fase lunar. Se publicó en 2002.

5.- Al fin, un estudio español de 2004, realizado por enfermería del Hospital de Valme (Sevilla), sobre 1.715 partos espontáneos que ocurrieron a lo largo de 10 ciclos lunares. No se pudo demostrar ni que las fases lunares, ni la luna llena ejercieran acción alguna sobre la distribución de los partos.

6.- Esta investigación procedente de Hannover (Alemania) incluye 6.725 partos espontáneos atendidos entre 2000 y 2006 y no advirtió ni diferencias en el número de nacimientos según la luna, ni tampoco relación alguna con complicaciones al nacimiento, ni con más probabilidad de parir niños o niñas según la fase lunar en la que fueron concebidos. Todo ello fue publicado en 2008.

7 y 8.- Dos trabajos editados en 2012, uno de la India, sobre 9.890 partos espontáneos. Tampoco hallan relación entre la fecha de los partos y el ciclo lunar. El otro llevado a cabo en el estado de Phoenix (Arizona, EE.UU) sobre 167.956 partos atendidos entre 1995 y 2000, sin encontrar tampoco influencia de la luna, ni del clima sobre la fecha del parto.

Sólo dos investigaciones italianas han mostrado resultados discordantes con respecto a las anteriores. Una lanzada en 1998, acerca de 1.791 partos asistidos entre 1993 y 1996. Observa una correlación entre los partos espontáneos y las fases lunares. La otra, publicada también en el mismo año sobre 1.248, y que es realmente un subgrupo del otro estudio italiano citado. También encuentra una asociación, eso sí, débil entre la luna llena y el parto del segundo o tercer hijo, que no se reproduce en el caso de un primer parto.

En definitiva, casi 3 millones de partos escrutados (2.971.426, para ser exactos) y sólo 1.791 con una aparente correlación con las fases lunares, estos últimos italianos, por cierto. Nos hemos “movido”, gracias a estas publicaciones, por Europa, Asia y América y las conclusiones de todos ellos son prácticamente unánimes. Entonces, apreciados lectoras y lectores, ya están ustedes en condiciones de extraer sus propias conclusiones sobre si la asociación entre luna y parto es mito o realidad, o si es mito en todo el mundo, salvo en Italia, claro…

Auditoria dels nostres parts del 2016

Éste es el segundo año que cumplimos con el compromiso de publicar los resultados de nuestra actividad en el área de partos. Como ya dijimos el año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera que la tasa ideal de cesárea debe oscilar entre el 10 y el 15%. Aun así, la Dra. Marleen Temmerman, directora del Departamento de Salud Reproductiva de la OMS declara que «Lo importante es garantizar que se ofrezca la cesárea a todas las mujeres que la necesiten, y no centrarse simplemente en alcanzar una tasa determinada.»

Durante el 2016, atendimos el parto de 71 mujeres e hicimos 11 cesáreas (15%), porcentaje que entra dentro de los intervalos recomendados internacionalmente. El 55% de los partos fueron no instrumentados y el 30% instrumentados (sólo 1 de 21 precisó el fórceps, el resto se hicieron con la Continue reading «Auditoría de nuestros partos de 2016: seguimos manteniendo los estándares de calidad»

Complim amb la taxa de cesàries recomanada per l’OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS), después de haberse asesorado adecuadamente, considera que la tasa ideal de cesárea ha de oscilar entre el 10 y el 15%.

La cesárea, usada debidamente, evita problemas de salud maternos y neonatales. Sin embargo, no se ha demostrado que su uso innecesario beneficie a nadie. De hecho, la cesárea es una operación y, como cualquier acto quirúrgico, no está exento de riesgos. Los problemas derivados de una cesárea pueden ser anemia, infecciones en el postparto, lesiones de órganos vecinos, trombosis o dificultad para iniciar la lactancia.Reducir el porcentaje de cesáreas es una tarea que necesita paciencia por parte de las madres, las matronas y los especialistas en Ginecología, pues algunos partos son largos, aunque seguros, ya que contamos con un control estricto de la madre y del bienestar fetal durante todo el proceso.

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