DRA. GIBERT

De nuevo, seguimos fieles a nuestra cita de evaluación anual y apostamos por la transparencia respecto al manejo de embarazos y partos, porque sin evaluación no hay excelencia posible. ¡Ya son 8 años de rendición de cuentas!

Seguimos subiendo en mujeres que nos confían su control gestacional, pues han sido 128, de las cuales 69 han parido con nuestra ayuda, esto es, el 54%, cifra que se mantiene a lo largo de los años.

En una época de bajísima natalidad, las madres y sus familias viven sus embarazos como situaciones excepcionales y no quieren dejar nada al azar. Es frecuente el control compartido con la Seguridad Social e, incluso, con más agentes de salud. Si bien entendemos el sentir profano, el control en un solo centro es más que suficiente y el «multicontrol», en lugar de ayudar, más bien desorienta y entorpece.

Lo mejor es optar por los profesionales que os den una mayor confianza y ofrezcan buenos resultados globales. Y aquí estamos, para ayudaros a decidir si queréis que nuestro equipo os lleve el embarazo y el parto.

 


Aunque nos alegramos mucho cuando nos elegís para vuestros embarazos y partos, nuestra prioridad es que escojáis después de disponer de información de calidad


 

Aunque la Dra. Gibert es la que gestiona vuestras gestaciones, no está sola. Sabe que los resultados son importantes y, por ello, la primera mitad del embarazo, época en la que se estudia exhaustivamente la anatomía del feto, comparte la evaluación ecográfica con otros compañeros que son también de solvencia reconocida. ¡Ya será difícil que, entre los dos o tres profesionales que realizamos las ecografías a vuestros hijos, todos obviemos malformaciones detectables mediante los ultrasonidos!!

Entre nuestros partos, el 55% correspondieron a mamás que parían su segundo hijo, el 41% a primerizas y sólo el 4% se animaron a la familia numerosa. Nos alegramos de que muchas familias no se conformaran sólo con un hijo, cuando en años previos éstas no eran mayoría.

En cuanto a la edad de las madres, hemos oscilado entre los 19 y los 40 años, sin tener mujeres más mayores. Sin embargo, la edad de las madres aumenta poco a poco, ahora con una mediana que supera los 34 años. Ello no ha sido óbice para que la gran mayoría de partos, el 94%, sean el resultado de concepciones espontáneas, que no han necesitado recurrir a la reproducción asistida. Destacamos que una pareja logró el embarazo estando en lista de espera de fecundación in vitro, y otras dos, que previamente habían concebido in vitro, lograron embarazos de modo natural. Ello es otra muestra de que las parejas «más lentas» en conseguir una gestación son más frecuentes que las estériles «absolutas».

Las anestesias regionales, la epidural y la raquídea, siguen siendo las ganadoras, con un 93% de parturientas que recurrieron a ellas. Cinco parturientas alumbraron sin anestesia. Dos optaron libremente por sentir los dolores y las tres restantes tuvieron un parto tan rápido, que no tuvieron la oportunidad de decidir qué tipo de anestesia deseaban.

Nuestra tasa de cesáreas sigue superando el deseado 15% defendido por la OMS, pero este año hemos bajado, pues de 69 partos, 12 han sido cesáreas, esto es, el 17,4%. Como siempre, os resumimos el análisis de nuestras cesáreas:

  1. Dos mujeres estaban embarazadas de sus terceros retoños y habían parido sus hijos previos por cesárea. En estos casos, no nos quedaba mucha opción. El riesgo de la rotura uterina intraparto tras dos cesáreas es bajo, 1,6%, pero duplica al asociado a una sola cesárea, por ello no nos decidimos a proponerles una prueba de parto vaginal, aunque es probable que nos lo replanteemos pronto.
  2. Dos mamás tenían a sus pequeños en presentación de nalgas o sentados y no quisieron someterse a una versión cefálica, maniobra para girarlos y dejar la cabeza del feto dirigida hacia abajo. Tampoco quisieron probar con un parto vaginal de nalgas, opción que está dentro de nuestra cartera de servicios.
  3. Otras dos parturientas tuvieron una mala experiencia previa, básicamente trabajos de parto largos que acabaron en cesárea. Quedaron exhaustas o preocupadas por la necesidad de reanimación neonatal. Por consiguiente, fueron reacias al uso de oxitocina, lo que allanó la indicación de cesárea.
  4. Una séptima cesárea fue el resultado de una preeclampsia con criterios de gravedad y condiciones desfavorables para parir en un lapso de tiempo seguro tanto para la madre como para el feto.
  5. Las cuatro siguientes fueron inducciones (partos provocados). Las causas de indicar la finalización del embarazo estaban bien justificadas: dos roturas de bolsa, un embarazo de más de 41 semanas y una preeclampsia. En una de ellas usamos prostaglandinas y en otra un balón cervical para mejorar la dilatación antes de la oxitocina. Otra mamá se hizo una versión para cambiar la posición de nalgas de su hijo a cefálica. Después de más de 12 horas de contracciones, no conseguimos que las mamás se pusieran de parto, en consecuencia, indicamos las cesáreas por fracaso de inducción. Y ninguna se quedó con la sensación de que nos precipitáramos en indicar las cirugías.
  6. La última también sufrió rotura de bolsa, pero el cuello uterino estaba blando y dilatable al empezar la inducción. Aunque al principio, el parto evolucionaba bien, la dilatación se estacionó a los 6 cm. Los esfuerzos de cambio de posición de la mamá y de pujos dirigidos fueron del todo infructuosos, por tanto, al constatar que el parto no progresaba, realizamos una cesárea a causa de un estacionamiento del parto.

Cuatro de las cesáreas fueron realizadas a altas horas de la noche, pues que sea tarde no modifica nuestra profesionalidad. Si creemos que la mamá tiene posibilidades de parir por vía vaginal, aunque sea de madrugada, esperamos lo que haga falta, igual que lo haríamos para nosotras.

 


La cesárea es un recurso muy útil, pero no hay que abusar de él, por ello, analizamos meticulosamente el porqué de cada una de ellas


 

Para conocer realmente cómo estamos en cuanto a cesáreas, hemos clasificado los partos según los grupos de Robson y calculado la tasa para cada grupo. Hemos agregado nuestros partos de 2019 a 2022, por ofrecer unas cifras más consistentes. Igualmente, nos hemos comparado con los datos disponibles de dos hospitales locales y uno sevillano, para contrastarnos con otro centro no balear. Agradecemos, desde aquí, al Dr. Tubau la gentileza de pasarnos los datos desglosados del 2021 correspondientes a Son Llàtzer.

Al final, el porcentaje global de cesáreas depende más del tipo de pacientes que recibimos que de cómo se trabaja, por esto, no os damos las cifras globales de los hospitales y sí las de cada grupo de Robson, por ser más orientativas. Basta con que sepáis a que grupo pertenecéis y, a partir de ahí, podéis valorar vuestro riesgo de cesárea. Pensad también que las diferencias pequeñas entre centros pueden deberse simplemente al azar. En cualquier caso, nuestros porcentajes son muy parecidos a los de nuestra auditoría previa y quedamos muy bien parados frente a los hospitales públicos.

 

 

Si necesitáis más información, podéis recurrir a la base de datos española que nos muestra las tasas globales de cesáreas en diferentes centros españoles a lo largo de los últimos años.

Seguimos con los desgarros de la vulva y/o la vagina durante los partos naturales que fueron: ninguno en el 10% de los partos, de tipo I (piel y mucosa) en el 55%, de tipo II (piel y músculo) en el 11% y en el 23% de los partos hubo episiotomía (corte vaginal para favorecer la salida de la cabeza del bebé), cifra que sigue por debajo del 30% o máximo recomendado por la OMS. Tendremos que esmerarnos en que sea más baja, a ver si conseguimos acercarnos al 10%, porcentaje de excelencia según la OMS.

Con respecto a la lactancia materna, somos firmes defensores y, además, el equipo de enfermería de Palmaplanas os ayuda mucho. Maria Antònia, asesora de lactancia de vincleslact, y María José, asesora muy vinculada a la Associació Balear d’Alletament Matern (ABAM), son fundamentales para que la empresa culmine con éxito. El 73% de nuestras parturientas se decantaron por intentar la lactancia materna. No es una cifra óptima, pero seguiremos apoyándola con entusiasmo. En el monitor de la consulta os mostramos fotos de las lactancias de las madres amigas, a ver si os vais animando.

 


Las lactancias maternas no están en su mejor momento aunque hay mucho apoyo disponible, tanto dentro como fuera del hospital


 

Otros temas que preocupan a las mamás y sus familias son:

  • Si hay UCI Neonatal en Palmaplanas: la respuesta es no, pues la única con todos los servicios en Baleares está en Son Espases. Sí que disponemos de un pediatra con manejo en neonatología presente en todos los partos, e incubadoras para el cuidado neonatal en la planta baja y en planta de hospitalización siempre accesibles para los padres. En Instagram os lo explicamos con más detalle.
  • Si trasladamos los neonatos a Son Espases: excepcionalmente, así, el último feto trasladado de entre mis partos fue en 2015. En estos casos, como Palmaplanas está muy cerca de Son Espases, damos permiso a las mamás para que vayan a visitar a su bebé tanto como deseen, con la comodidad de poder dejar su habitación cerrada al ausentarse, y poder descansar al volver durante los primeros días postparto.

 


Sólo hay una UCI neonatal con cartera de servicios completa para toda Baleares, la de Son Espases, pues son muy pocos los recién nacidos que la necesitan


 

También queremos comentaros que hemos puesto ya en marcha las encuestas de satisfacción. Casi la mitad de las parturientas las van respondiendo, así que os animamos a que sigáis participando, pues es la única forma de saber cómo atenderos mejor. Este 2023 intentaremos poner en marcha la versión cefálica externa, pues necesitamos de la ayuda del personal de paritorio y ello no se puede improvisar. Estamos seguros de que Dirección de Palmaplanas querrá colaborar en ampliar la cartera de servicios.

Y acabamos dando las gracias al fabuloso equipo de enfermería de paritorio y hospitalización, y a nuestros anestesistas y pediatras, pues sin ellos nada sería posible.

Este 2023, nuestra emblemática matrona Macu Sahuquillo, supervisora de paritorio, se jubila, y sólo podemos  alegrarnos por ella y entristecernos por nosotros. Todos somos únicos, pero algunos profesionales, como ella, son excepcionales. Y seguro que ello la hará un referente para las generaciones que la siguen.

Agradecemos la confianza depositada en nosotros por las familias y somos conscientes que estamos en un punto de inflexión. Los partos están bajando en toda España y, en este contexto, lo normal es que vayamos disminuyendo en partos en los próximos años.

No queremos faltar a nuestra cita virtual anual para contaros cómo hemos atendido a nuestras embarazadas y sus partos. Y es que ya estamos en nuestra séptima auditoría. ¿Y por qué las hacemos? Porque las evaluaciones mejoran los resultados, y nosotros queremos ser mejores, ni más ni menos.

En una editorial sobre la proporción de cesáreas, el Dr. Carlos Campillo, respetado médico de salud pública en Balears y fallecido recientemente, escribía «no evaluar, no intervenir y dejar las cosas como están es lo más cómodo, pero menoscaba indefectiblemente la efectividad, la seguridad y la eficiencia.» Y en ésas estamos, en no dejar las cosas como están.

 

No evaluar lo que se hace es cómodo pero menoscaba la posibilidad de lograr un buen parto

 

Las mujeres que nos han confiado el control de su embarazo durante el 2021 han sido 116, y 60 han parido con nosotros, es decir, el 52%, proporción que es bastante estable entre nuestras pacientes y a lo largo de los años. No todas las pacientes que nos consultan tienen un seguro que les cubra el parto, así, algunas acuden a nuestro centro sólo para completar sus visitas de la Seguridad Social. Asimismo, atendemos a gestantes de perfiles varios: mujeres que quieren parir sólo en el sector privado, otras que sólo quieren hacerlo en el público y otras que han alternado centros de diferente titularidad para dar a luz a sus hijos. Nuestra actitud es de máximo respeto a la autonomía de la paciente. Para ayudaros en la decisión, os relatamos cómo os atendemos y os mostramos los datos de nuestras auditorías, pero la decisión final, obviamente, es vuestra.
Durante el 2021, más pacientes nuestras se han atrevido a dar hermanos a sus mayores. Si bien la mitad de nuestros partos corresponden a primeros hijos, el 42% de nuestras mujeres han parido su segundo hijo y el 8% se ha animado a formar familia numerosa, una de ellas, de cuatro hijos, por ser su tercer embarazo gemelar. El 2021 ha sido, por tanto, el año en el que hemos tenido más familias grandes. Tener tres hijos en nuestro entorno es poco frecuente, por la intendencia que supone y el coste disparado de la vivienda en Balears.
Si bien la mayoría de nuestras parturientas están en los primeros años de la treintena, es decir, la edad promedio es de 33,3 años, el abanico de edades oscila entre los 23 y los 41 años. El 12% de nuestros partos fueron de mujeres de 40 años o más, cifra parecida a otros años.
Diez partos se lograron gracias a la fecundación in vitro, esto es el 17% y, de nuevo, no hemos atendido ningún parto resultado de inseminación artificial. La edad de las madres actuales fomenta el recurso a las técnicas de reproducción in vitro. La transferencia de los embriones en fase de blasto, al quinto o sexto día de fecundación, ha reducido de forma muy efectiva los embarazos múltiples. De hecho, sólo hemos tenido dos partos de gemelos, uno por vía vaginal y el otro por cesárea, sólo uno de ellos resultado de fecundación in vitro.
De nuevo, la anestesia regional, ya sea epidural o raquídea, es la preferida de nuestras pacientes y nuestros anestesistas. Sólo dos pacientes se animaron a parir con anestesia local y lo hicieron fenomenal. Una de ellas consiguió el nacimiento, por vía vaginal, de una niña de más de 4 kilos después de haber parido a su primer retoño mediante cesárea. Ella ha sido una de las mamás con más coraje y determinación que hemos tenido este año.

Con relación a la vía de parto, 48 han sido atendidos por vía vaginal y 12 mediante cesárea (20,0%), cifra algo superior a lo que hubiéramos deseado, esto es, el 15% que defiende la OMS, aunque ello debe matizarse mediante el análisis que realizamos ya mismo:

  • Cinco cesáreas, el 42%, se realizaron de forma electiva, es decir, antes de que la paciente se pusiera de parto. Tres de ellas se indicaron por feto en presentación podálica, una por tener un mioma que se interponía en el canal de salida del feto y una quinta en una portadora de embarazo gemelar, operada de miomas y con un segundo feto en presentación no cefálica, que no quería arriesgar nada para el nacimiento de su segundo hijo.
  • Las siete restantes se indicaron sobre la marcha, esto es, durante el trabajo de parto, y por los motivos que siguen:
    1. Gestante de 36 semanas, con antecedente de parto vaginal, que rompió bolsa antes de que se pudiera intentar cambiar la presentación de nalgas del feto mediante una versión cefálica externa. A la paciente se le ofreció intentar un parto vaginal, pero declinó la propuesta.
    2. Embarazada por primera vez, que se pone de parto a las 38 semanas con feto también en presentación de nalgas. Se le propuso una versión cefálica externa, pero no la aceptó.
    3. Paciente con antecedente de un parto normal y un segundo hijo en presentación de nalgas. Se le realizó una versión cefálica externa que no funcionó y la paciente, deseosa de un parto vaginal, eligió intentar un parto vaginal de nalgas. Se le indujo el parto, y sólo se alcanzaron 3 cm de dilatación, con un cuello grueso, a pesar de que tuvo contracciones regulares e intensas desde el principio. A las 20 h le realizamos una cesárea.
    4. Mujer que ingresa por parto y cuya dilatación se estaciona a los 9 cm. Se intentaron cambios de posición y pujos dirigidos, lo cual, a pesar de la buena disposición de la paciente, no consiguió mejorar el descenso de la cabeza fetal, ni corregir sus anomalías de posición. Le hicimos una cesárea a las 5 y media de la madrugada.
    5. Madre de un segundo bebé que ingresó por rotura de bolsa la madrugada previa al parto. A la mañana siguiente, se le indujo el parto y, a pesar de haber parido bien su primer hijo, la evolución del segundo parto fue más lenta que la del primero, situación bastante poco frecuente. A los 8 cm, la dilatación se estacionó y aunque nos empecinamos en darle las últimas oportunidades a la paciente mediante pujos dirigidos, flexión de piernas para aumentar los diámetros pélvicos, etc. tuvimos que realizarlse una cesárea pasadas las 3 de la madrugada.
    6. El último caso corresponde a otra madre de un segundo hijo, pero con antecedente de cesárea e inducida esta vez por líquido amniótico escaso. Después de más de 12 horas de oxitocina no conseguimos superar los dos dedos de dilatación, ni alcanzar el borramiento completo, motivo por el cual se le realizó una cesárea pasada la una de la madrugada.

Llegados aquí, el obstáculo más grande que hemos tenido este año son las presentaciones de nalgas, pues estuvieron implicadas en seis de las doce cesáreas. Es evidente que no todas las madres quieren hacerse la versión cefálica externa y que una minoría quiere asumir el riesgo, aunque bajo y controlado, de un parto vaginal de nalgas. Disponer de la versión cefálica en las salas de partos de las clínicas privadas ayudaría a su mayor implantación, ya que más de una mujer optaría por ella si fuera con su ginecólogo de confianza. Imaginad si hubiéramos conseguido evitar sólo tres cesáreas con estas maniobras, entonces, nuestra tasa de cesáreas se hubiera quedado en el deseado 15% global. Y gracias a esta auditoría lo tenemos más claro: disponer de la versión cefálica externa en el sector privado favorecería la disminución de nuestra tasa de cesáreas, y es el camino que debemos seguir.
Y si el problema han sido las presentaciones de nalgas, veamos cómo hemos quedado en el resto de supuestos. Para ello es muy útil utilizar los grupos de Robson y, para disponer de cálculos más robustos, hemos agrupado nuestros partos de 2019, 20 y 21, según consta en la tabla que sigue:

Nuestros estándares de comparación son los hospitales de Manacor,  con una tasa del 18,6% de cesáreas, y el de Huércal-Overa (Almería) con el 16,1%, ambos hospitales dentro del grupo con mejores tasas de cesáreas de España. Nuestras cifras desglosadas quedan muy bien paradas, pues muestran que la probabilidad de parto vaginal es incluso mayor en las mujeres que atendemos. Aun con todo, nuestra cifra de inducciones en las que paren su primer hijo son más altas que las de Manacor, esto es, 24% frente al 12%, lo que puede lastrar nuestros resultados. Vamos revisando todos los años nuestra casuística y no hay inducciones de capricho en las que nunca han parido. Entonces, atribuimos parte de la diferencia a que las cifras de Manacor provienen de una época en la que el parto se provocaba a las 2 semanas posteriores a la fecha probable de parto, cuando ahora se hace a partir de la semana 41ª.

 

Nuestras cifras de partos vaginales, desglosadas según grupos de Robson, quedan bien paradas en comparación con hospitales de calidad reconocida

 

Los desgarros de la vulva y/o la vagina durante el paso del concebido por el canal del parto fueron: 2% ninguno, 49% con desgarros de tipo I y 34% de tipo II. No hubo desgarros que afectaran el ano. Hicimos episiotomía en el 15% de los partos vaginales, cifra que dista mucho de su máximo recomendado que es el 30%. Es posible que el alto número de madres primerizas y la edad avanzada de algunas de ellas favorezca que no logremos el 10% de episiotomías, cifra establecida por la OMS como de excelencia.
El 78% de nuestras parturientas eligieron amamantar a sus bebés, cifra que ha bajado paulatinamente en los últimos años y que se debe interpretar como necesidad de aumentar nuestro apoyo a la lactancia materna.
Para acabar, comentaros que los primeros partos son laboriosos, y necesitan persistencia si se quieren conseguir buenos resultados. En cambio, los segundos suelen ir bastante bien y, para nosotros, son como recoger los frutos del trabajo realizado en el primer parto. Igualmente, para las que acabaron en cesárea de madrugada después de aguantar todo el día de parto, es reconfortante saber que no es lo mismo hacer una cesárea a 2 cm de dilatación que a 9 cm. Las últimas tienen parte del trabajo hecho y están en una posición más ventajosa para tener un segundo parto por vía vaginal que las primeras.
Nada se puede sin la ayuda de un gran EQUIPO como el que tenemos, que hace que algunos partos difíciles salgan adelante, animando a las parturientas, a sus acompañantes, coordinando los pujos con las contracciones, etc., etc. Y por último, agradecer también la confianza depositada por nuestras parturientas, artífices de que, a pesar de la natalidad menguante, Quirónsalud Palmaplanas haya seguido creciendo en partos atendidos, 773 en 2021, 42 más que durante el años anterior. Mil gracias a tod@s.

Con la COVID-19, al igual que sin ella, las nuevas vidas se abren paso entre nosotros y aquí estoy de nuevo, ya con la sexta auditoría anual. Como siempre, una ocasión para ver lo que hemos hecho bien, y lo que podríamos mejorar. Porque la excelencia ni se vislumbra, si no intentamos hacérnosla nuestra.

En 2020, hemos controlado a 121 embarazadas en nuestras consultas, y 64 han parido con nosotros, esto es, el 53%, algo más de la mitad, cifra similar a años previos.

Si nos centramos exclusivamente en nuestros 64 partos, 36 mujeres parieron su primer hijo y 37 el segundo. La que nos falta alumbró gemelos, estrenando así familia numerosa. En los últimos años, la tendencia es al hijo único o a los dos hijos, como mucho. Muchas veces, los progenitores manifiestan su deseo de tener más descendencia, pero invocan razones económicas para restringir su fertilidad. Ya sabemos que la educación, una vivienda mínimamente confortable, algún viaje con la familia y, sobre todo, dedicar tiempo a nuestros hijos son actividades que precisan de unas cuentas más saneadas que lo que permite la coyuntura económica actual.

Las edades de nuestras parturientas oscilaron entre los 18 y los 44 años, con una media de 32,8 años. Catorce tuvieron menos de 30 años (22%), mientras que las de 40 o más, fueron nueve (14%). En otras palabras, hemos tenido un aumento de madres jóvenes, mientras que la proporción de mayores se mantiene.

Siete de nuestros partos (11%) fueron el resultado de técnicas de fecundación in vitro. Este año, no hemos tenido ninguna embarazada resultado de inseminación artificial. Es interesante constatar cómo, desde que se han consolidado la vitrificación de embriones (técnica de congelación que permite la supervivencia de casi todos los embriones) y la transferencia tardía de los mismos, al quinto o al sexto día de su fecundación, han disminuido de forma espectacular los embarazos múltiples antaño asociados a estos procedimientos.

Con respecto a la anestesia, a todas las parturientas, salvo a una, se les administró anestesia regional (epidural y/o raquídea).

En cuanto a la vía de nacimiento, 50 han sido vaginales y 14 cesáreas (21,8%), lo que, por segundo año consecutivo, nos aleja de nuestro objetivo global de 15% de cesáreas. Los partos vaginales necesitaron una ayuda, en forma de ventosa obstétrica, en 22 casos (34% de los partos).

Llegados aquí, lo más sensato es analizar de forma crítica nuestras 14 cesáreas y razonar si estaban justificadas o no, entonces:

  • Dos pacientes portadoras de fetos en presentación de nalgas solicitaron cesárea, a pesar de nuestra insistencia en que se realizaran una versión cefálica externa.
  • Una tercera paciente tenía un problema rectal severo y su cirujana digestiva le recomendó una cesárea, para evitar su agravamiento.
  • Tres pacientes más parieron tres fetos de más de 4 Kg. La envergadura de los concebidos impidió la dilatación satisfactoria y/o el descenso de la cabeza dentro de la pelvis.
  • Una séptima paciente, con placenta baja, inició un sangrado abundante, faltándole muchas horas para lograr un parto vaginal, lo que motivó la cesárea.
  • El feto de la octava paciente quería avanzar dentro de la pelvis presentando la cara en lugar de la nuca. Ello dificulta mucho el parto, ya que el feto no está suficientemente “plegado” como para amoldarse a su camino con facilidad. Por si no fuera poco, en el último minuto, presentó una pérdida de bienestar fetal, lo que hizo que el parto vaginal fuera totalmente inviable.
  • Una novena paciente era portadora de gemelos, el primero de cabeza y el segundo en transversa. Como su primer parto había sido una cesárea, decidió no arriesgar nada.
  • En las cinco restantes, todas las cesáreas se indicaron después de partos largos. Si el trabajo de parto estaba establecido, se esperaron 4 horas sin progresión de la dilatación o descenso de la cabeza antes de indicar una cesárea. Si la dilatación cervical al inicio del parto era escasa, se usaban prostaglandinas en sus distintas modalidades y, si había que esperar dos días entre el ingreso y el parto, previo consenso con la paciente, así se hacía.

Otro recurso de gran ayuda es hacer un análisis pormenorizado de nuestros resultados, según los grupos de Robson, técnica que permite evaluar mejor la idoneidad de la vía de parto que un porcentaje único, como puede ser el mencionado 15%. Porque según el tipo de parturientas que se atiendan, el riesgo de cesárea es mayor o menor. Es decir, no es lo mismo trabajar con una población de mujeres jóvenes y sanas, que alumbren su segundo o tercer hijo después de haber tenido partos vaginales previos, que atender a mujeres más mayores, con algunos problemas de salud o pariendo a sus primeros hijos. En el primer grupo, la probabilidad de parto vaginal es muy superior al segundo, y no es justo poner el mismo objetivo numérico para ambos supuestos.

Para explotar mejor los grupos de Robson, hemos agrupado nuestros partos de 2019 y 2020, según se puede ver en la tabla adjunta. De nuevo, el estándar de comparación es el hospital de Manacor, que tiene una de las mejores tasas de cesáreas de Baleares. Como veréis, nuestras cifras son plenamente equiparables a las de nuestra referencia, con la buena noticia de que nuestras gestantes a término con parto vaginal previo paren incluso mejor. De ahí que cada año os repetimos que un parto vaginal allana mucho el camino al parto siguiente. Tanto es así que, una vez alcanzadas una cierta dilatación del cuello uterino y las 39 semanas de gestación, nuestras pacientes pueden decidir si programar o no su parto, con total libertad, pues los resultados obstétricos y perinatales del parto inducido son tan buenos como si esperamos ponernos de parto espontáneamente.

Aun con todo, también hay buenas noticias para  las pacientes con cesárea anterior, pues si se dejan aconsejar (esperar a que el parto se desencadene, tener paciencia con la dilatación y el expulsivo) los partos vaginales aumentan. Este año, 5 de las 6 mujeres con cesárea anterior que nos hicieron caso consiguieron un parto vaginal.

En cuanto a los desgarros de la vulva y/o la vagina durante el paso del concebido por el canal del parto, de 48 partos vaginales, dos no tuvieron ninguno, 25 uno de tipo I y 15 uno de tipo II. No hubo desgarros que incluyeran el ano. Hicimos 6 episiotomías (12% de los partos vaginales), todas en primerizas. Esta cifra se acerca al objetivo de excelencia recomendado por la OMS que es el 10%, y se aleja mucho de su máximo recomendado o 30%. En nuestra casuística, ni el uso de ventosa obstétrica, ni la edad de las pacientes, ni el uso masivo de la epidural han interferido con nuestras bajas cifras de episiotomías.

El 83% de nuestras parturientas (53 de 64) se decantaron por la lactancia materna, cifra que es inferior al 90% del año anterior y que nos impulsa a resaltar, con más ahínco si cabe, las bondades de la lactancia materna.

Nuestra conclusión es que no hay que desfallecer en la consecución de un parto vaginal seguro para la madre y para el recién nacido. Es importante esforzarse en que el primer parto sea vaginal, incluso aunque haya obstáculos, tales como presentaciones anormales, que suelen poder cambiarse, o que los fetos sean dos.

También insistimos mucho en la dieta, pues la obesidad se vincula a menores tasas de parto vaginal. Las madres primerizas tienden a excederse con su consumo calórico y ello no hace más que fomentar las cesáreas. No pocas veces constatan la bondad de nuestros consejos una vez ya han parido y, cuando se embarazan por segunda vez, sí que intentan limitar su dieta y aumentar el ejercicio, de forma que la evolución del segundo parto suele ser mejor que la del primero.

Y no quiero dejar pasar la oportunidad de agradecer a todo el equipo el trabajo realizado:  matronas  y personal de enfermería de paritorio de Palmaplanas, lideradas por Macu Sahuquillo; personal de enfermería de la 3ª B, con sus inestimables apoyos para la lactancia (Maria Antònia, monitoria de lactancia, y María José, auxiliar de enfermería); pediatras, que nos dan la tranquilidad de que los bebés van a estar bien atendidos; y, por supuesto, los anestesistas.

En definitiva, si quieres ir rápido ve solo, pero si quieres llegar lejos, ve acompañado de un gran EQUIPO como el que tenemos.

ParitoriPer tercer any consecutiu, complim amb el nostre compromís de fer pública la revisió de l’activitat que tenim a la sala de parts de l’Hospital Quirón Palmaplanas.

És ben conegut, dins l’entorn de comares i ginecòlegs, que la taxa ideal de cesàries, segons l’Organització Mundial de la Salut (OMS), és entre el 10% i el 15%. Això sí, no s’ha de ser dogmàtic amb aquestes xifres, ja que la prioritat és no posar en risc ni a la mare i al nadó, ja que la cesària és un recurs molt valuós que ha salvat la vida i el benestar de mares i fills en no poques ocasions, però també sabem que una cosa n’és l’ús i una altra l’abús.

Durant el 2017 hem atès 46 dones de part, 25 de les quals no havien parit mai. Vint-i-dos parts han estat normals (48%), 17 ventoses (37%) i 7 cesàries (15%), és a dir, ens mantenim dins els estàndards de l’OMS. Hem atès un part de dos bessons per via vaginal, i dues de les nostres pacients s’han sotmès a versió cefàlica externa (maniobra per canviar la posició del fetus dins la mare, de manera que el que surti primer durant l’expulsiu sigui el cap), la qual cosa li ha permès a una d’elles un part vaginal.

Les nostres set cesàries es degueren:

– Una a risc de pèrdua de benestar fetal, confirmat per pH baix de sang de cordó al naixement, però amb molt bona resposta a la reanimació gràcies a la presència d’un pediatre especialitzat.

– Tres per presentació d’anques: una de les pacients va voler cesària programada després d’explicar-li les alternatives, la segona va tenir hipertensió arterial amb proteïnes a orina, prematuritat i una malformació uterina que contraindicava la versió cefàlica externa, mentre que a la tercera es va aconseguir col·locar el fetus en posició correcta amb la versió, però retornà a la posició anòmala just abans del part.

– Una per inducció fallida indicada per hipertensió i proteïnes a orina que no va aconseguir posar-se de part ni després d’aplicar prostaglandines vaginals, ni oxitocina.

– Dues per part estacionat, és a dir, abastaren els 8 cm de dilatació i no vàrem aconseguir ni amb dinàmica adequada, ni amb empentes dirigides, ni la dilatació completa, ni el descens. Això sí, esperam que la feina d’arribar fins a 8 cm les ajudi als seus parts posteriors. De fet, dues pacients que havien parit amb nosaltres fa uns anys mitjançant una cesària, pariren enguany per via vaginal i es quedaren molt contentes amb l’experiència de «poder parir com cal», segons paraules d’elles.

L’anestèsia regional (epidural o raquianestesia) s’aplicà a 44 dones, és a dir, només dues s’animaren a parir sense epidural i ambdues ja eren mares. Encara que utilitzam la ventosa obstètrica només quan és ben necessari, el seu ús relativament freqüent s’explica pel cansament matern o per la poca sensació d’ocupació vaginal associada a l’epidural, que fa que les dones empenguin manco.

Pel que fa a les seccions del perineu (episotomia), el vàrem necessitar al 26% de tots els parts i al 14% dels parts normals. El 37% dels parts vaginals cursaren amb un esquinç superficial i el 43% amb un de tipus II (lesió de pell, greix i múscul subjacent), ambdós tipus d’esquinç tenen molts bons resultats després de la sutura de la ferida o de no suturar-la, si és petita. No vàrem tenir cap lesió anal (esquinços dels tipus III i IV).

La lactància materna va ser escollida per 33 de les nostres puèrperes, el 72%, xifra que es pot considerar «bona».

Si ens comparam amb els percentatges de cesàries del bienni 2015-6 dels hospitals públics i privats mallorquins, amb les lògiques reserves per ser el nostre nombre de parts molt inferior, però també amb la força que ens dóna haver mantengut el 15% per tercer any consecutiu, resulta que a la Policlínica Miramar ha estat del 34%, a Quirón Palmaplanas del 33%, a Son Espases del 27%, a Inca del 21%, a Son Llàtzer del 17% i a Manacor del 13%. La nostra casuística es semblaria més a la dels hospitals públics d’Inca i Manacor, on s’hi atenen els parts a partir de les 35 setmanes, però amb la diferència que hi pareixen allà un percentatge molt superior de dones immigrants, moltes de les quals ja han parit per via vaginal, la qual cosa augmenta molt les possibilitats de que el fill següent neixi mitjançant un part normal.

Amb tot l’esmentat, crec que podem treure la conclusió que el nostre percentatge és correcte dins l’entorn en que ens manejam, però sempre hem de tenir la vista posada en mantenir i, si pot ser, millorar les nostres xifres. Per concloure, dir-vos que em sembla difícil baixar del 15%, ja que això es sol aconseguir a base de parts llarguíssims (de 15 o 20 hores) i, clar, són una minoria les dones que estan disposades a tenir aquesta experiència. Més d’una vegada he hagut de convèncer a qualque pacient «d’esperar un poc més» i els ha valgut la pena a la majoria, perquè el part sol acabar per via vaginal i el següent va bé i ràpid pràcticament sempre, però, insistesc, és una tasca ben àrdua i no sempre compresa per les parts implicades.

Font: Dra. Gibert

La nostra Conselleria de Salut inicia el 26 d’octubre  una campanya de vacunació gratuïta per a les persones més vulnerables a la grip, entre elles les embarassades. La vacunació acaba el 14 de desembre.grip-2016

Per entendre la necessitat de vacunar-se, n’hi ha prou amb exposar tres idees molt simples:

– La grip és més greu a la dona embarassada que a la no embarassada.

– La vacunació disminueix el risc de patir grip i de les seves complicacions, a més no només protegeix l’embarassada sinó també al seu fill fins als sis mesos.

– La vacuna de la grip inactivada (Influvac®, la que s’administra a les embarassades) és segura en qualsevol moment de la gestació, fins i tot en els tres primers mesos. També es pot administrar a dones lactants. Continue reading «Campanya 2016-17: si estàs embarassada, et recomanam que et vacunis contra la grip»