DRA. GIBERT

SÍNDROME UROGENITAL A LA MENOPAUSIA: ¿qué es?, ¿cómo podemos evitar que repercuta sobre nuestra vida sexual?

Sd_urogenitalAutora: Dra. MJ Gibert.
Fecha de actualización: 6/8/22.
Fechas de versiones previas: 3/2/19.

La falta de hormonas ováricas, de estrógenos en concreto, propia de la menopausia tiene efectos negativos sobre las mucosas genitales (recubrimiento  húmedo de vulva y vagina) y del tracto urinario. Las mucosas se «secan», esto es, pierden espesor, pliegues y microbios beneficiosos. Ello favorece que se rasguen al mínimo contacto o fricción, tal es el caso de las relaciones sexuales, e incluso al usar papel de WC poco suave. La pérdida de los microbios habituales hace que otros, provenientes de la flora fecal, proliferen y aumenten nuestra propensión a las infecciones urinarias y al flujo amarillento que puede tener un olor no demasiado agradable.

En este artículo, trataremos las molestias vaginales y el perjuicio a la vida íntima al que se asocia.

Al menos la mitad de mujeres menopáusicas sufren una o más consecuencias de la falta de estrógenos, a saber: quemazón, picor, molestias durante la micción, dolor durante el acto sexual e incluso manchado después del coito. Es importante que se lo comuniquemos a nuestro ginecólogo de referencia, ya que los síntomas son progresivos e implacables, de forma que hay más mujeres afectadas a más años transcurran desde la última regla. No es raro que las mujeres muestren aversión a las relaciones sexuales en esta época, ya sea por un menor deseo sexual típico de la menopausia como por el dolor asociado al acto sexual. Ello causa estrechez progresiva de la entrada de la vagina en algunos casos e incluso algunas muestran fusión de los labios mayores y menores. En otras palabras, los genitales externos pierden parte de sus pliegues característicos.

 


El síndrome urogenital de la menopausia es el conjunto de repercusiones de la falta de hormonas sobre la parte inferior de los genitales y del tracto urinario


 

El primer tratamiento que os solemos recomendar es el uso de lubricantes para las relaciones sexuales y de hidratantes vaginales. Los hidratantes se usan todas las noches o casi, justo antes de ir a dormir, pues cuando estamos tumbadas es cuando mayor es el efecto. Igualmente, una parte muy importante del tratamiento es mantenerse sexualmente activa, tanto sola como acompañada, no hace falta que sea como cuando una tiene 20 años, pero ustedes ya me entienden: la vagina se mantiene bien si le damos un buen uso.

Los lubricantes mejor comprarlos en la farmacia, para disminuir el riesgo de irritaciones locales. Mejor escoger los de base acuosa (hechos con agua) que los de silicona o los oleosos, aunque cada tipo tiene su lugar. Os lo explicamos:

  • Los lubricantes de base acuosa son los menos irritantes y son fáciles de retirar (con un chorro de agua del grifo). Son compatibles con todo tipo de juguetes sexuales y preservativos. El inconveniente es que la lubricación es menos intensa y dura menos tiempos que los de silicona. Entre los que se venden en las farmacias españolas tenemos: K-Y® lubricating jelly, Mucus®, Ginesens® Gel Efecto Calor y Velastisa® Intim.
  • Los lubricantes con silicona tienen un poco más de riesgo de producir alergia, pero son más potentes que los anteriores. No dañan los preservativos si son de calidad. Al no disolverse en el agua, se pueden usar para sexo acuático. Se necesita agua y jabón para retirarlos fácilmente. No se deben utlizar junto con juguetes sexuales de silicona, ya que los puede dañar.
  • Los que usan aceite u oleosos, la vaselina entre ellos, pueden romper el condón y también fomentar las infecciones por hongos y vaginosis, pues causan un cambio en el pH vaginal. En las farmacias disponemos del Oleum Íntimo de Pompeia.

Llegadas aquí, alguna se preguntará. ¿por qué insiste tanto la doctora en el preservativo? ¡Si ya no nos podemos quedar embarazadas! Os respondo: en caso de que tengáis una pareja nueva o poco estable, mejor esperar a estar seguras de que esta pareja no es de paso. No nos vamos a embarazar, pero sí que nos pueden contagiar alguna enfermedad de transmisión sexual y, a estas alturas de la vida, no estamos para según qué riesgos.

Si con lo anterior no basta, pues habrá que ir directamente a atajar la causa directa, que es la falta de estrógenos. Tenemos dos opciones: uso de estrógenos vaginales o de estrógenos en forma de pastillas, crema, pulverizadores o parches para la piel.

Aquí sólo trataremos los estrógenos para uso vaginal, pues los otros estrógenos en parches, crema, pulverizador o pastillas no son de uso general, os lo explicamos en otra parte de la web. Os recomendamos los preparados vaginales de más baja dosis (Vagifem®, comprimidos vaginales de 10 mcg, o el anillo vaginal Estring®), pues su paso a la sangre es mínimo, por esto se pueden usar durante larguísimas temporadas. De hecho, si una se realiza los controles ginecológicos habituales, son unos fármacos muy seguros. Eso sí, en algunas mujeres producen algo de picor al principio y hay que darles un margen entre 1 y 3 meses para que muestren toda la bondad de sus efectos. Empezamos con el Vagifem® 10 mcg cada noche durante 2 semanas y seguiremos a noches alternas, o bien, nos ponemos el anillo Estring que dura 3 meses, lo cual va muy bien para mujeres olvidadizas.

Si no conseguimos resultados satisfactorios, nos queda la opción del ospemifeno (Senshio®), 60 mg diarios por boca, o los óvulos vaginales de 6,5 mg de prasterona (Intrarosa®) uno cada noche.

A veces, la estrechez vaginal es tal que las medidas previas son insuficientes. En tales casos os recomendamos que utilicéis dilatadores vaginales y, sólo si con ello no es suficiente, optamos por la cirugía de ampliación anatómica.

En casos muy concretos, el láser vaginal puede ser útil, tanto para el síndrome urogenital como para la incontinencia urinaria leve. Por otra parte, las infiltraciones con ácido hialurónico pueden ayudar a recuperar la hidratación genital. En cualquier caso, la investigación que se realice en el futuro nos ayudará a conocer mejor el papel de ambas medidas.

 


Disponemos de tratamientos que nos permiten afrontar la menopausa con una calidad de vida muy buena


 

Obviamente, muchas mujeres notarán un aumento de calidad de vida combinando diferentes recursos: lubricantes, hidratantes con o sin hormonas, dilatadores e, inclusio, cirugía, ácido hialurónico o láser. Sin olvidar mantenerse sexualmente activas y realizar ejercicios de suelo pélvico o de Kegel. Y es que la zona vulvovagimal, aunque está cubierta, necesita también de nuestros cuidados.

 

FUENTES DE LA INFORMACIÓN:

  • Management of symptomatic vulvovaginal atrophy: 2013 position statement of The North American Menopause Society. Menopause. 2013;20:888.
  • Kingsberg SA, Krychman M, Graham S, Bernick B, Mirkin S. The Women’s EMPOWER Survey: Identifying Women’s Perceptions on Vulvar and Vaginal Atrophy and Its Treatment. J Sex Med. 2017;14:413.
  • Naumova I, Castelo-Branco C. Current treatment options for postmenopausal vaginal atrophy. Int J Womens Health. 2018;10: 387.