Autora: Dra. MJ Gibert.
Fecha de la última actualización: 8/3/16.
Son muchas las madres de adolescentes y las pacientes jóvenes que nos preguntan sobre la vacuna del virus del papiloma, su utilidad y sus posibles efectos secundarios. Aun con todo, para la mayoría de la población este virus es algo intangible, a no ser que te hayan detectado alguna enfermedad relacionada, lo cual puede ocurrir hasta décadas después del contagio del virus.
Empezaremos explicando lo que es el virus y las enfermedades que puede causar. Así, sabemos que el virus del papiloma humano es un microbio que ha convivido y afectado a los humanos desde hace muchos milenios. Hay más de 100 tipos identificados que se denominan con números arábigos: 1, 2, 3, 4, 5… Algunos afectan sólo a la piel y producen las verrugas vulgares que todos conocemos, las cuales a veces son dolorosas por estar en la planta del pie o debajo del lecho de las uñas; otros afectan principalmente a las mucosas, revestimiento rosado, húmedo y sin pelos que recubre el interior de la boca, del resto del tubo digestivo, de los órganos respiratorios, urinarios y genitales; mientras que un tercer grupo afecta indistintamente a piel y a mucosas y, a diferencia de los dos anteriores, no estamos seguros de que pueda provocar lesiones malignas. Obviamente, nuestro interés se centrará en el segundo grupo, el que incluye aquellos virus que afectan las mucosas relacionadas con la actividad sexual: la genital, la anal y la de la garganta (orofaringe).
Las expresiones clínicas más conocidas de estos virus, aparte de las verrugas vulgares de la piel, son:
– Los condilomas acuminados o verrugas genitales: el 90% producidos por los genotipos 6 y 11.
– Las lesiones precancerosas y cancerosas de cuello uterino (o cérvix que es lo mismo), vagina, vulva, pene y ano: producidas sobre todo por el genotipo 16 y también por el 18.
Ambas enfermedades son de transmisión sexual, de hecho, la infección por el virus del papiloma humano es la infección de transmisión sexual más frecuente, mucho más que el virus del SIDA o la sífilis. Los condilomas pueden causar vergüenza o rozar con la ropa interior y, en el caso poco frecuente de que nuestro sistema inmune no logre eliminarlos de nuestro organismo, pueden reaparecer de vez en cuando, aun cuando haga muchos años que no tengamos relaciones sexuales. Se estima que todos los cánceres de cuello uterino, el 90% de los de ano, el 70% de los vaginales, la mitad de los de pene y el 40% de los vulvares y el 10% de cánceres de garganta están producidos por este virus. Sin embargo, estas cantidades no nos deben alarmar en exceso, pues estos cánceres no son muy, muy frecuentes, así, si consideramos un grupo de 100.000 mujeres durante un año:
– 10 padecerán cáncer de cérvix, el cual afecta principalmente a pacientes entre 30 y 50 años y les causa la muerte en 1/3 parte de los casos.
– 2 sufrirán cáncer de ano.
– Los demás cánceres son menos frecuentes y, además, su asociación con el virus del papiloma humano es menos constante.
Como norma general, si exceptuamos los condilomas, las mujeres enferman mucho más a causa de este virus que los hombres, pues el cáncer de cérvix es el más frecuente con diferencia, aunque ambos, hombres y mujeres, propagan el virus durante el acto sexual sin preservativo.
Os hemos puesto una foto de una paciente con condilomas y otra de un cuello uterino con cáncer, que podéis ver al final de este túnel que es la vagina. El cuello uterino normal es de superficie lisa y uniformemente rosada, en cambio, cuando hay cáncer, el cuello se convierte en una llaga dura y prominente que sangra espontáneamente o al menor contacto. En la foto podéis ver también la sangre que desprende.
La prevención contra el cáncer de cérvix, el más frecuentemente asociado al virus del papiloma, puede llevarse a cabo mediante la vacuna (Gardasil® o Cervarix®, ambas contra los tipos 16 y 18, además la vacuna Gardasil® cubre contra los tipos 6 y 11, causantes de las verrugas genitales), las citologías periódicas a partir de los 25 años y limitar las conductas de riesgo de contagio (iniciar tarde las relaciones sexuales, limitar el número de parejas o practicar la abstinencia sexual, escoger una pareja que haya tenido ninguna pareja o pocas parejas, usar constantemente el preservativo, aunque el virus se puede transmitir a aquellas áreas no cubiertas por el mismo, y no fumar). Destacamos que no hace falta haber tenido más de una pareja sexual para contraer el virus, de hecho, la única cosa que tienen en común las afectadas por el virus es haber tenido relaciones sexuales con un solo hombre no virgen, y que éste suele haber tenido relaciones con una o más personas antes que nosotras sin preservativo. De todo ello, hablamos extensamente en otra página de nuestra web.
El seguimiento de estas tres formas de prevención es, sin duda, lo más aconsejable. De hecho, lo mejor que nos puede ocurrir es no adquirir jamás este virus, pues nunca estaremos definitivamente seguras de que no haya quedado resquicio en nuestro organismo.
En cuanto a la vacuna, destacar que hubo una gran controversia a los pocos años de su comercialización, al asociarse presuntamente su administración a convulsiones en dos adolescentes de la Comunidad Valenciana y en otra de Illes Balears, que tuvieron amplia resonancia en los medios de comunicación. Lamentablemente, estos medios no dieron la misma difusión a la conclusión del Comité de Expertos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios que dictaminó que “Aunque se han notificado casos de convulsiones tanto en España como en otros países tras la administración de las vacunas frente al VPH, el análisis que se ha hecho de los mismos no sugiere que las vacunas incrementen el riesgo.“ y que “la relación beneficio-riesgo de las vacunas frente al virus del papiloma humano no ha sufrido variación y sigue siendo favorable.”.
Las dos vacunas comercializadas no sólo cubren contra los tipos más frecuentes de virus del papiloma, el 16 y el 18, causantes del 70% de cánceres de cérvix, sino que en virtud de la protección cruzada (capacidad de evitar la enfermedad por virus muy parecidos a los que son diana de la vacuna) protegerían contra el 80% de cánceres de cuello uterino.
La duración de la protección es de al menos 10 años y hay indicios de que pueda ser de por vida. Las Compañías Farmacéuticas tienen el compromiso de seguir controlando la posible aparición de fallos vacunales en las mujeres incluidas en los ensayos clínicos y, por otra parte, los programas de vigilancia epidemiológica de los países que han incorporado la evaluación sistemática podrían detectar la pérdida o disminución de la protección frente a los virus del papiloma, si fuera el caso.
Durante el proceso de autorización, las vacunas fueron estudiadas en mujeres entre 15 y 26 años, aunque posteriormente se han presentado estudios de eficacia en mujeres mayores. Así, se ha demostrado su utilidad en mujeres entre 20 y 45 años con lesiones precancerosas operadas para eliminar el virus (conización cervical), ya que consigue erradicar el virus en un 6% adicional de las pacientes. De cualquier forma, la máxima protección se adquiere si se administra la vacuna antes de contraer el virus.
Como consecuencia de lo anterior, la Comunitat Autònoma Illes Balears ha establecido la administración voluntaria y gratuita de Cervarix® a la población en los siguientes casos:
a) Niñas entre 11 y 14 años.
b) Mujeres sometidas a conización por lesiones intraepiteliales de alto grado o por un adenocarcinoma in situ.
Otro dato muy favorable a la vacuna es la seguridad que ha mostrado después de más de 178 millones de dosis administradas en todo el mundo.
También comentar que en un articulo publicado en la prestigiosa revista médica Lancet de enfermedades infecciosas, se constata que, desde la administración de la vacuna, ha habido una reducción de 2/3 de las infecciones causadas por los virus 16 y 18 y otras reducciones más modestas de las infecciones causadas por otros tipos de virus no cubiertos directamente por la vacuna.
Otros grupos de población que se beneficiarían de la vacunación según el documento de consenso de 9 sociedades científicas españolas serían:
En resumen, el balance beneficio-riesgo de la vacuna es claramente favorable y nuestra recomendación, a tenor de la extensa documentación postcomercialización disponible, es plenamente favorable a su administración.
La Conselleria de Salut de Illes Balears pone a la disposición de la población un documento muy útil sobre la vacuna que insiste en los aspectos tratados en esta página.
Fonts de la informació: