DRA. GIBERT

LAS MAMOGRAFÍAS Y LAS TOMOGRAFÍAS COMPUTERIZADAS: ¿irradian mucho?

Es frecuente que las pacientes nos pregunten si las mamografías irradian mucho, en cambio, no nos suelen preguntar si esto ocurre con las tomografías computerizadas. Suponemos que esto se debe a que la mayoría de mamografías se realizan en mujeres sin síntomas, dentro programas de diagnóstico precoz, mientras que las tomografías se indican si hay molestias. Ya os adelantamos que las mamografías irradian muy poco, y las tomografías mucho, por lo tanto, es importante que tanto médico como enfermo valoren los pros y los contras de una u otra prueba de imagen y que se decanten por aquéllas que pueden tener un rendimiento similar sin generar riesgo.

Las radiaciones que se utilizan en Medicina son ionizantes. Se llaman así porque generan iones (partículas con carga eléctrica) en los tejidos que atraviesan. Estas radiaciones pueden ser ondas electromagnéticas (las que se utilizan sobre todo en las radiografías, tomografías computerizadas y gammagrafías) o partículas (se usan para radioterapia).

Las radiaciones están presentes de forma natural en el suelo, el agua o el aire. La principal fuente de radiación natural es el radón o gas que emana de la tierra y de las rocas. Además, respiramos cada día e ingerimos partículas radiactivas ocultas en el aire, el agua o los alimentos. De hecho, la gran parte de la radiación que recibe una persona es de origen natural.

Si recibimos una dosis demasiado alta de radiación en poco tiempo pueden aparecer quemaduras y enrojecimiento de la piel, caída de cabello o síntomas más graves. En cambio, si nos exponemos a dosis bajas pero repetidas aumenta nuestro riesgo de cáncer, sobre todo si somos niños o adolescentes.

La estimación del riesgo de lesiones producidas por radiaciones se calcula a partir de la dosis efectiva (se mide en sieverts (Sv)). El sievert caracteriza la radiación en cuanto a su capacidad para hacer daño y tiene en cuenta tanto el tipo de radiación como la sensibilidad de los diferentes órganos del cuerpo. Como es una unidad muy grande, es más práctico utilizar el milisievert (mSV) o la milésima parte del sievert.

Las fuentes de irradiación natural nos procuran unos 3 mSv anuales, dosis que es perfectamente tolerada, por el contrario si la dosis efectiva supera el 100 mSv hay un riesgo significativo de cáncer. Esta última cantidad es propia de accidentes atómicos, radioterapia o de si se realizan repetidamente pruebas de imagen que procuren una dosis efectiva elevada.

En la siguiente tabla puede ver las dosis efectivas medianas de diferentes pruebas de imagen. La dosis efectiva de la radiografía de tórax es muy baja, como 30 veces i

nferior a la recibida de la naturaleza durante un año. En cuanto a la mamografía, la dosis es 8 veces inferior. Por tanto, no se puede decir que la placa de tórax y la mamografía pongan en riesgo nuestra salud. En cambio, los estudios del tubo digestivo mediante enemas o tomografías computerizadas nos aportan dosis al menos 3 veces superiores a las recibidas de la naturaleza durante un año.

 

La dirección xrayrisk nos ayuda a medir el riesgo de cáncer asumido con las diferentes pruebas de imagen que nos puedan indicar. Por ejemplo, si entre los 50 y 70 años nos hacemos una mamografía cada 2 años, la calculadora mencionada nos da un riesgo adicional de cáncer de uno entre 2.423. Esta cifra se ha de confrontar con el riesgo de cáncer de mama invasivo que asume cualquier mujer si llega a vivir  90 años, que es superior al 11%, cifra muy superior a 1/2.423. Otro ejemplo podría ser una mujer operada de cáncer de ovario a los 45 años a la que se le solicitan tomografías de abdomen y pelvis anuales durante 10 años, lo cual supone un aumento de riesgo de cáncer de algo más que un 1%, riesgo no despreciable y que debe ser ponderado junto con el beneficio en supervivencia o en calidad de vida que pueda, o no, obtenerse de la prueba.

Por último, destacamos que ni las ecografías ni las resonancias nos exponen a ninguno de los riesgos mencionados, dado que no utilizan radiaciones ionizantes.

 

Fuentes de la información:

  • Brenner, DJ, Elliston, CD. Estimated radiation risks potentially associated with full-body CT screening. Radiology 2004;232:735-8.
  • Mettler, FA, Huda, W, Yoshizumi, TT, Mahesh, M. Effective doses in radiology and diagnostic nuclear medicine: a catalog. Radiology 2008; 248:254-63.
  • Smith-Bindman R, Lipson J, Marcus R, Kim KP, Mahesh M, Gould R, Berrington de González A, Miglioretti DL. Radiation dose associated with common computed tomography examinations and the associated lifetime attributable risk of cancer. Arch   Intern Med 2009;169:2078-86.
  • Shrimpton PC, Hillier MC, Lewis MA, Dunn M. National survey of doses from CT in the UK: 2003. Br J Radiol 2006;79:968-80.
  • The 2007 Recommendations of the International Commission on Radiological Protection. ICRP publication 103. Ann ICRP. 2007;37:1-332.
  • World Health Organisation. Radiaciones ionizantes: efectos en la salud y medidas de protección. Nota descriptiva N°371. Noviembre de 2012. [acceso 23-2-15]. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs371/es/.
  • www.XrayRisk.com. Radiation and Medical Imaging. [acceso 23-2-15]. Disponible en: http://www.xrayrisk.com/handouts/X-rayRisk.com-Radiation-Information-Handout-1.0.pdf.