DRA. GIBERT

ESTUDIO DE ESTERILIDAD: a la búsqueda del tratamiento más adecuado

38642cd0f7e7a25b6e27b5af7ead0b5dEs muy conveniente consultar con el ginecólogo si tras 1 año de relaciones sexuales regulares y sin protección (o tras 6 meses en algunos casos concretos) no se consigue el deseado embarazo. 

El estudio consiste en unas pocas visitas más destinadas a elegir qué técnicas son las más adecuadas para cada pareja que a conocer la causa a ciencia cierta. De hecho, en 1/3 de las parejas no se encuentra causa (esterilidad de origen desconocido), lo cual no indica ni mucho menos que no haya causa, sino que ésta no es susceptible de ser descubierta con los estudios menos agresivos y más razonables.

Otro tema que preocupa a las parejas es conocer quién es el “responsable” de la esterilidad. En general, las causas masculina, femenina y mixta (ambos, hombre y mujer, con fertilidad baja) se reparten a partes iguales.

En la primera visita, se solicita un estudio básico a ambos miembros de la pareja que consiste en:

  • Realizar historia clínica completa: edad de los dos, trabajos respectivos, duración de la infertilidad, hijos con otras parejas, antecedentes familiares de esterilidad y de problemas hereditarios, enfermedades y operaciones previas, características de las reglas y consumo de cualquier tipo de tóxico.
  • Exploración física de la mujer: se la pesa y talla, se realiza un examen ginecológico y se buscan signos de exceso de hormonas masculinas.
  • Ecografía ginecológica transvaginal: la imagen es mejor si se ha orinado poco antes de entrar en la consulta. Se escrutan útero y ovarios (la cantidad de óvulos disponibles o “reserva ovárica” se estima de forma muy sencilla mediante el recuento de folículos antrales). Las trompas habitualmente no se ven, pero si son anormales, pueden apreciarse dilatadas (hidrosálpinx), lo cual por sí mismo es ya una causa de esterilidad.
  • Se solicitan otros estudios como: análisis de semen o seminograma; análisis hormonal y general para la mujer (se realiza del 2º al 4º día de haber empezado la regla); así como estudio de infecciones para ambos (hepatitis, sífilis, virus de la inmunodeficiencia humana para los dos y rubéola con/sin clamidia para la mujer).

En la segunda visita, se valorarán los resultados previos y según los mismos se decidirán las pruebas posteriores:

  • Más estudios de semen: un segundo seminograma si el primero no se ajusta a los criterios de normalidad de la Organización Mundial de la Salud. Es importante que entre el primero y el segundo seminograma transcurran al menos 3 semanas. Si el primer seminograma fue normal, se suele solicitar un REM (o prueba de Recuperación de Espermatozoides Móviles) que aísla los mejores espermatozoides del resto, así como del líquido que los acompaña y de materiales de desecho. El REM es una “simulación” que nos permite saber cómo responderá nuestro semen en el Laboratorio de Reproducción.
  • Si la reserva ovárica esperada es normal, la mujer tiene menos de 38 años y el seminograma es aceptable se solicita un estudio radiográfico con contraste de la silueta interior de útero y trompas (histerosalpingografía o HSG). Normalmente, se recomienda tomar antibiótico la tarde o noche antes (1 gramo de azitromicina en dosis única o 100 mg de doxiciclina cada 12 horas). El día de la prueba se le realizará un análisis de sangre (no hace falta que vaya en ayunas) para cuantificar la hormona b-hCG y descartar con seguridad que no está embarazada al hacer la radiografía.
  • Si la reserva ovárica es baja, la mujer tiene 38 años o más, o si el seminograma no es adecuado para realizar inseminaciones se indica una histeroscopia. Esta prueba se puede realizar con y sin anestesia, consiste en introducir un instrumento óptico de pocos milímetros de diámetro conectado a una cámara, dentro de su útero y estudiar la aptitud del mismo para realizar técnicas de reproducción asistida y albergar un embarazo. En general, esta prueba dura unos diez minutos y la paciente no queda ingresada.

En la tercera visita, prácticamente todas las pruebas estarán hechas y generalmente estaremos en condiciones de trazar un plan de tratamiento. Empezaremos siempre por los procedimientos más sencillos y si no culminan en embarazo, pasaremos a otros más complicados. Es importante entender que conseguir nuestro objetivo es un asunto de paciencia y persistencia. La ayuda de un buen profesional optimizará los resultados de las técnicas apropiadas para cada caso.

Fuentes de la información:

  • Bruna Catalán I, Collado Ramos O, Prados Mondejar F, Pérez-Bermejo G. El estudio básico de esterilidad desde el punto de vista de la medicina basada en evidencia. Revista Iberoamericana de Fertilidad. 2007;24:145-50.
  • National Institute for Clinical Excellence. Fertility: assessment and treatment for people with fertility problems. February, 2013 [acceso 5-11-13]. Disponible en: http://guidance.nice.org.uk/CG156.
  • Pittaway DE, Winfield AC, Maxson W, Daniell J, Herbert C, Wentz AC. Prevention of acute pelvic inflammatory disease after hysterosalpingography: efficacy of doxycycline prophylaxis. Am J Obstet Gynecol. 1983;147:623-6.