DRA. GIBERT

LA HIDROSADENITIS: una enfermedad que solemos encontrar los ginecólogos durante las revisiones

Autora: Dra. MJ Gibert.
Fecha de actualización: 21/6/23.

 

¿QUÉ ES LA HIDROSADENITIS?

Es una inflamación crónica de la piel de las ingles, las axilas y el área genital de ambos sexos. Detrás de las orejas y la nuca son ubicaciones típicas en los hombres, mientras que la localización en los pliegues submamarios es propia de las mujeres.
Afecta, aproximadamente, a 1 de cada 100 personas.
Los folículos pilosos (saco de piel donde nace el pelo) se obstruyen y la acumulación de sebo y sudor no evacuados hace que los folículos se hinchen y se rompan. La liberación del contenido acumulado genera una respuesta inflamatoria.
Se denomina también hidradenitis supurativa, pues puede liberar pus, o acné inverso, puesto que afecta áreas anatómicas diferentes al acné vulgaris.

 

¿EXISTE UN PERFIL ESPECÍFICO DE PACIENTES?

Si tienes familiares con la enfermedad, es más probable que la sufras, de hecho, la mitad de los afectados tienen uno o más parientes enfermos. Ser mujer es también un factor de riesgo, pues son 3 veces más propensas que los hombres. Es una enfermedad típica de gente joven: empieza aproximadamente sobre los 20 años y, a los 30, está ya bien establecida. Además, la obesidad y el tabaquismo la favorecen.
Se cree, por tanto, que en su aparición influyen tanto una predisposición genética, como tener unos folículos pilosos más estrechos, una cierta hiperactividad de nuestras defensas y factores hormonales.

 

¿ES UNA INFLAMACIÓN CAUSADA POR MICROBIOS (INFECCIÓN)?

Las últimas hipótesis sobre esta enfermedad van a favor de que no hay una infección al principio del brote, sino una reacción excesiva de las defensas del cuerpo ante el folículo piloso obstruido, lo que inflama el pelo y la piel circundante. Por consiguiente, no es una enfermedad contagiosa aunque, en fases avanzadas del brote, el tejido lesionado pueda ser colonizado por bacterias propias de la piel.

 


La hidrosadenitis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que causa nódulos con pus en los pliegues y deja cicatrices si no se maneja bien


 

¿CÓMO SE MANIFIESTA?

La enfermedad progresa en brotes. En cada uno de ellos, los folículos pilosos y la piel circundante enrojecen y forman nódulos inflamatorios que maduran, formando acúmulos de pus o abscesos. El pus sale al exterior mediante unos orificios o fístulas. Todo ello produce picor, dolor, mal olor y supuración.
Una vez pasado el brote quedan cicatrices en forma de tubo o de cordón que, después de brotes sucesivos, pueden originar un tejido calloso o fibrosis que puede dejar cierto dolor y limitación de la movilidad.

 

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?

Mediante una inspección visual del médico y la palpación de las lesiones. No suelen hacer falta pruebas adicionales, ni biopsias, ni cultivos.
Deben cumplirse estas premisas:

  1. Lesiones típicas: nódulos inflamatorios, abscesos, fístulas o cicatrices.
  2. Ubicación de las lesiones en pliegues: axilas e ingles sobre todo.
  3. Las lesiones reaparecen en el tiempo en forma de brotes: hemos tenido dos o más en los últimos 6 meses.

 

¿CÓMO SE CLASIFICA?

Mediante los estadios de Hurley que diferencian entre los casos más leves y los más graves:

  • Estadio I: hay uno o más abscesos, pero aún no hay fístulas ni cicatrices.
  • Estadio II: ya hay fístulas.
  • Estadio III: hay muchas lesiones, interconectadas mediante fístulas, se libera pus y se forman cicatrices.

En la primera foto podéis ver un caso severo, con lesiones relucientes y puntos de pus, así como con cicatrices de forma tubular. En la imagen contigua, se ve una axila con lesiones apagadas y secuelas cicatriciales. En la última foto, las lesiones están en la ingle izquierda, las superiores son fístulas cicatrizadas y la inferior es un nódulo.

 

¿POR QUÉ CONVIENE DIAGNOSTICARLA?

Aunque no es una enfermedad grave, ser descuidados en su manejo nos dejará cicatrices poco estéticas y molestas, además, si aplicamos bien las recomendaciones el número de brotes disminuirá ostensiblemente y también las secuelas resultantes.
La hidrosadenitis puede verse influida por las menstruaciones, el embarazo y la menopausia. Os exponemos con un gráfico, a continuación, los resultados de un estudio sobre 279 mujeres que llevaban sufriendo la enfermedad durante mucho tiempo y que relataron cómo evolucionó su enfermedad en distintas circunstancias.

 

¿CÓMO SE MANEJA?

Como siempre, empezaremos con la prevención, esto es, reducir o eliminar los factores predisponentes:

  • Mantén un peso saludable.
  • No fumes.
  • Reduce los microbios de la piel mediante una higiene diaria de las zonas más afectadas e, incluso, el uso periódico de un champú con un desinfectante potente que es la clorhexidina.
  • Seca bien la piel de las zonas más propensas.
  • Minimiza las microlesiones de la piel por donde entran los microbios, es decir, evita la fricción sobre las zonas afectadas y la irritación asociada al uso de según qué perfumes y desodorantes. Ello se traduce en perder peso, usar ropa poco ajustada, evitar las lesiones propias del rasurado o la depilación y productos cosméticos irritantes. Si deseas eliminar el pelo, mejor usa la depilación láser por ser un método que lesiona de forma más puntual el folículo piloso y lo elimina, desapareciendo por tanto, el origen de la enfermedad.

Cuando ya tengas lesiones:

  • Aplícate compresas calientes sobre las zonas inflamadas, ello contribuye a que el pus salga de los abscesos y a reducir el dolor. Otros pacientes, en cambio, encuentran alivio del dolor aplicando bolsas de hielo.
  • El uso de geles antiinflamatorios (diclofenaco, dexketoprofeno…) o de anestésicos locales (lidocaína 5%, prilocaína-lidocaína) es muy útil para aliviar el dolor.
  • Es posible que os recomienden cremas o pomadas con cortisona o vuestro médico de confianza os aplique corticoides dentro de las lesiones, siempre que no haya pus, para disminuir la inflamación y aliviar el picor. En los casos más severos, se os pueden recomendar pastillas de cortisona.
  • Los antiinflamatorios de uso habitual, como el ibuprofeno, el dexketoprofeno o el diclofenaco pueden disminuir la necesidad de los corticoides por boca.
  • Si el picor te molesta mucho, se pueden utilizar antihistamínicos clásicos como el Polaramine® o el Atarax®.
  • Evita manipularte las zonas inflamadas con los dedos. Si presionamos, saldrá algo de pus, pero el traumatismo de los tejidos alargará la duración del brote.
  • Los antibióticos, que se usan tanto en forma de emulsión como de pastillas, actúan como antiinflamatorios y combaten los microbios que tienden a colonizar los tejidos debilitados.
  • El resorcinol tópico, sustancia antiinflamatoria, exfoliante suave y reductora de la producción de sebo, que solemos recomendar si hay zonas inflamadas.
  • Los anticonceptivos orales con antiandrógenos como la ciproterona o la drospirenona son útiles para las mujeres.
  • La espironolactona, un diurético con fórmula química muy similar a la drospirenona, es útil para hombres y para aquellas mujeres que no deseen un anticonceptivo.
  • La metformina es un buen recurso para los pacientes obesos y/o con resistencia a la insulina.
  • El gluconato de cinc a dosis de 70 mg diarios durante 3 meses se ha mostrado eficaz en casos no severos. En algunas personas causan náuseas, molestias gástricas, diarrea o sabor peculiar, en cuyo caso, será mejor decantarse por otro tratamiento.
  • El adalimumab (Humira®) es un fármaco inyectado que está indicado para las hidrosadenitis recalcitrantes y precisa, por su elevado precio, que sea indicado por un dermatólogo y visado.
  • La cirugía es un último paso, cuando los tratamientos previos han fallado o hay cicatrices que molestan y dificultan la movilidad. Inicialmente, suele optarse por una cirugía más limitada (abrir las fístulas y limpiar el pus) pero, si no es suficiente, se pueden extirpar las cicatrices. La ecografía puede ayudar a delimitar las zonas que necesitan extirparse. Lo que da mejor resultado es dejar la herida abierta y que cicatrice por segunda intención. La curación en estos casos es más prolongada y las heridas necesitan atención permanente hasta que la cicatrización haya culminado.

 


Los hábitos saludables, la depilación con láser y seguir los consejos médicos reducen mucho las secuelas de la enfermedad


 

¿QUIÉN ME PUEDE TRATAR MEJOR: MÉDICO DE FAMILIA, GINECÓLOGO O DERMATÓLOGO?

Los médicos de familia, al estar en primera línea de atención, os pueden dar las medidas preventivas y los tratamientos iniciales.
Como ginecólogos, se da la circunstancia de que las zonas afectadas son las habitualmente valoradas durante las exploraciones ginecológica y mamaria. Además, como tenemos hábito quirúrgico, si fuera necesaria la cirugía, os la podemos indicar y realizarla sin teneros que derivar a ningún otro compañero. El ecógrafo de la consulta lo podemos utilizar para delimitar mejor la zona que se ha de extirpar.
El dermatólogo también tiene competencias amplias para manejar la enfermedad y va a ser imprescindible si necesitáis medicamentos de último recurso como el adalimumab, por su alto precio.
A pesar de todo lo que os explicamos, a los pacientes, sobre todo a los jóvenes, les cuesta asumir que padecen una enfermedad que les acompañará durante muchos años. Entonces, es habitual que consulten con varios especialistas, buscando quién les dé una solución definitiva, lo cual, obviamente, no ocurre.

 

¿QUÉ ENFERMEDADES SE ASOCIAN A LA HIDROSADENITIS?

Es más frecuente que las personas con hidrosadenitis tengan colesterol alto, diabetes, hipertensión, enfermedad de Crohn, espondiloartropatía (dolor lumbar, de tendones, ligamentos o dedos). Entonces, no estará de más revisar vuestros últimos análisis, o solicitar unos nuevos, preguntaros por síntomas de las enfermedades antedichas y mediros la tensión arterial.

 

ASOCIACIONES DE PACIENTES:
Asociación de Enfermos de Hidrosadenitis

 

FUENTES DE LA INFORMACIÓN:

  • Fernandez JM, Hendricks AJ, Thompson AM, Mata EM, Collier EK, Grogan TR, Shi VY, Hsiao JL. Menses, pregnancy, delivery, and menopause in hidradenitis suppurativa: A patient survey. Int J Womens Dermatol. 2020;6:368-371.
  • García-Martínez FJ, Pascual JC, López-Martín I, Pereyra-Rodríguez JJ, Martorell Calatayud A, Salgado-Boquete L, Labandeira-García J. Actualización en hidrosadenitis supurativa en Atención Primaria. Medicina de Familia – SEMERGEN. 2017;43:34-42.