DRA. GIBERT

POSTPARTO O PUERPERIO: recorrer el camino inverso al embarazo

Autora: Dra. MJ Gibert.
Fecha de actualización: 19/8/23.
Fechas de versiones previas: 28/9/15.

 

¿QUÉ ES EL POSPARTO O PUERPERIO?

El postparto o puerperio es el período que transcurre entre el nacimiento del y el retorno de las reglas.

Si no damos pecho, dura unas seis-ocho semanas (la conocida “cuarentena”), pero si optamos por la lactancia materna puede durar más de un año.

Entonces, el puerperio es la reversión de los cambios propios del embarazo, la recuperación de las formas y el aspecto que teníamos antes del embarazo, o casi… y también de nuestra fertilidad.

 


A diferencia de lo que muestran las redes sociales, el puerperio normal o reversión de los cambios producidos por el embarazo es un proceso lento que puede durar muchos meses


 

¿CUÁLES SON LAS ETAPAS DEL PUERPERIO?

Son tres:

  • Puerperio inmediato: son las primeras 24 horas después del parto.
  • Puerperio precoz: entre el segundo y el décimo día posparto.
  • Puerperio tardío: a partir del décimo día.

 

EL PUERPERIO INMEDIATO

Las primeras 24 horas postparto tienen un alto riesgo de sangrado, sobre todo las dos primeras horas. Así, es habitual que personal cualificado de enfermería vigile que nuestro útero esté bien contraído y que el sangrado vaginal sea tolerable.

 

EL PUERPERIO PRECOZ

Free A Woman Holding a Newborn Baby in Delivery Room Stock PhotoNo es raro que haya febrícula (menor de 38 grados) el primer día o el tercero (coincidiendo éste último con la subida de la leche). Cualquier aumento de temperatura de 38 grados o más, que se produzca en dos o más mediciones separadas al menos por 12 horas, es motivo para consultar con el médico.

El útero pasa de un kilogramo de peso justo tras el alumbramiento a 100 gramos a la sexta semana. Justo después del parto, se palpa como una bola dura que surge del pubis y llega a la altura del ombligo, pero, antes de irnos de alta del hospital, está al menos dos dedos por debajo.

Las células musculares uterinas aprisionan los vasos sanguíneos en sucesivas contracciones dolorosas o entuertos, que nos recuerdan las molestias de las primeras reglas de “jovencitas”. Los entuertos son más dolorosos a partir del segundo hijo. Por suerte, duran sólo 3 o 4 días y se calman con un antiinflamatorio (diclofenaco, ibuprofeno, dexketoprofeno…) que podemos tomar incluso si damos pecho.

Al amamantar, producimos un líquido amarillento que contiene más proteínas que la leche (calostro) en una cantidad baja (10-20 mililitros diarios). Es importante que el bebé mame a demanda, porque así la subida de la leche se produzca de forma más precoz (generalmente al tercer o cuarto día). La primera producción de leche se acompaña del entumecimiento de las mamas. Durante unos 10 días la turgencia mamaria será constante, sin cambio apreciable del tamaño de las mamas después de dar pecho, sin embargo, una vez transcurrido este período, los pechos se ablandan de forma considerable cada vez que se vacían.

Los primeros días después del parto se acompañan de una redistribución de los líquidos del organismo. Si lo normal es que tengamos cinco litros de sangre circulando por nuestro cuerpo, durante el embarazo pasamos a unos siete litros y medio. Ello supone un estréspara el corazón que tiene que bombear más, pero, una vez hemos parido, el cuerpo se apresura a desprenderse de lo que sobra. Por tanto, las puérperas orinan mucho y sus tobillos se hinchan, volviendo a la normalidad de forma espontánea a los 10-12 días postparto.

En cuanto a los músculos, los que más sufren son los abdominales y los del suelo pélvico. La primera semana todos estos músculos están flácidos, “cuelgan”. No es raro que tengamos que apretar por encima del hueso púbico para orinar las primeras veces, ya que la vejiga de la orina ha dejado de estar «acompañada» por unos músculos abdominales que están distendidos a resultas del vacíado rápido del útero durante el parto.

Cuando hacemos el mínimo esfuerzo, sale un bulto en medio de nuestro abdomen o separación de los músculos rectos abdominales (diástasis de rectos), y que los primeros días siguen “descolocados”.

Algunas veces, tenemos incontinencia urinaria de esfuerzo (al toser, al reír) y de gases que suele ir mejorando según van pasando los meses. Si es así, os recomendamos los ejercicios de Kegel.

Tras el parto se pierden entre 5 y 6 kilos, pero después la pérdida de peso es algo más lenta, recuperándose el peso preparto más rápido si se da pecho.

Debemos tener en cuenta que el gasto calórico es superior para las madres lactantes que para las embarazadas. Disfrutad esta oportunidad de comer sin controlar demasiado, sobre todo si no os sobra peso, mientras deis de mamar.

 


El puerperio es un reto para las familias que tienen su primer hijo ya que se necesita mucha ayuda del entorno para que el neonato y la madre estén bien atendidos


 

Al nacer nuestro hijo, nos invade una sensación que es una mezcla de bienestar, tranquilidad y extenuación, que puede trocarse en tristeza postparto al tercer-cuarto día, cuando estamos a punto de abandonar el hospital o clínica y percibimos que no tenemos las fuerzas suficientes.

Nos sentimos cansadas e importunadas por múltiples factores: debilidad por la pérdida de sangre durante el parto, falta de sueño, dolor en las heridas del parto, aspecto físico desmejorado, pena por sentirnos tristes a pesar de que todo haya ido bien, bajón hormonal…

Free Woman Breastfeeding Child Stock PhotoEs importante que nuestros familiares más próximos sean conscientes de esta posibilidad y se ocupen de hacer la compra, cocina o limpieza. Si tu tristeza aumenta con los días o tienes antecedentes de depresión, te animamos a que respondas a este cuestionario y nos comuniques el resultado.

En las primeras semanas, puede haber estreñimiento y pesadez después de comer, como si ni la comida ni los gases avanzaran. Ello se debe a la relajación intestinal, al miedo a la defecación, y al sangrado durante el parto. Si no conseguís defecar durante el ingreso, no os agobiéis. Habitualmente, al llegar a casa y encontraros en vuestro entorno se acaba el problema. Si no fuera suficiente, utilizad algún supositorio de glicerina y/o un microenema como el Micralax®. Si las medidas previas tampoco son efectivas, podemos recurrir a un enema (Enema Casen®, 250 mL), que necesita receta médica. Una vez realizada la primera defecación, volveremos rápidamente a nuestro ritmo habitual.

El endometrio (capa interna que recubre el útero y que recambiamos en cada regla) se expulsa en forma de loquios vaginales que no duran más de 10 días. Los tres primeros días son rojos, al principio como una regla, y más tarde se hacen rojo oscuro y más densos. A partir del tercer día son amarillentos, menos densos y casi sin sangre. A partir de la semana ya son blanquecinos.

Lo habitual es que los loquios pasen de poco abundantes y color rojo oscuro a algo más abundantes y de un color más vivo al dar pecho. Ello se debe a que la hormona oxitocina que hace que la leche llegue a la punta del pezón, también causa contracciones uterinas. Los loquios tienen un olor característico, aunque no son fétidos. Si tuvieran un olor desagradable hay que consultar con un profesional sanitario.

El material de los loquios se puede acumular y expulsar de forma súbita a la tercera semana del puerperio, es el “partillo” que no tiene más importancia si el sangrado es similar o inferior a una regla.

Los genitales externos al principio están edematosos (hinchados), pero a los pocos días y con antiinflamatorios, hielo local y agua de Burow vuelven a la normalidad. Si el canal del parto ha sido suturado (desgarro y/o episiotomía), es habitual que los bordes de la herida aparezcan algo inflamados. Más adelante, se van cayendo los puntos, quedando algo abierta la herida en las zonas que los van perdiendo.

No hacen falta cuidados especiales para la zona genital. El jabón para la ducha diaria y después de la defecación, los lavados en el bidet después de orinar y el recambio frecuente de las compresas empapadas es suficiente. El jabón puede ser vuestro champú habitual o un jabón de glicerina sin perfume. A medida que los puntos os dejen de doler, primero, y picar o estirar, más adelante, os podéis relajar con la higiene.

 


Conocer qué nos depara el puerperio da tranquilidad a la madre y a la familia


 

El himen cicatriza de forma imperfecta y queda muy fragmentado, de forma que se convierte en unos apéndices de mucosa que se llaman carúnculas mirtiformes. A algunas mamás les llama la atención notar las carúnculas asomando por el introito, pero ello no tiene más importancia. La entrada a la vagina suele quedar algo más dilatada, lo cual también es habitual. Los ginecólogos hablamos de genitales externos «de multípara», puesto que hay una serie de cambios que ya son de por vida.

 

EL PUERPERIO TARDÍO

Free Man in Black Shirt Carrying Baby Stock PhotoConcluye a las 6 semanas, momento en que se considera que los cambios anatómicos propios del embarazo y el parto se han revertido. Algunos autores consideran que el puerperio ha finalizado cuando la regla vuelve. Recordad que el retorno espontáneo de la regla significa que ya ovulamos y, por tanto, nos podemos volver a embarazar.

Llegadas aquí, nos faltará recuperar la forma física. Con esta finalidad, podemos reiniciar el ejercicio a medida que nos vayamos encontrando bien y trabajar el abdomen, sobre todo con hipopresivos, a partir del mes de vida. También podéis retomar vuestras rutinas diarias paulatinamente, a medida que vuestras obligaciones os lo permitan.

Tomar pastillas de hierro durante tres o cuatro meses hace que la energía retorne antes y compensa las pérdidas sanguíneas de las primeras semanas.

En cuanto a la vestimenta, lo mejor es usar ropa de embarazada al volver a casa. En las semanas sucesivas, iremos retrocediendo en talla hasta caber perfectamente dentro de nuestra ropa de antes de gestar.

A las tres semanas después del parto, podemos reiniciar nuestra vida sexual y también sumergirnos en el agua. Es conveniente emplear un buen método anticonceptivo.

Como los ovarios están totalmente “parados” hasta que ser reanudan las reglas, no está de más tener a mano un lubricante, para mitigar la sequedad vaginal. También es frecuente que la vagina se note algo más ancha de lo habitual. Por suerte, en las semanas siguientes, esta sensación desaparecerá espontáneamente.

 


Antes de reiniciar nuestras relaciones sexuals conviene estar seguros que estamos protegidos contra un nuevo embarazo


 

La falta de producción de hormonas ováricas hace que algunas mamás que han lactado durante muchos meses experimenten sofocos, como si estuvieran en menopausia, hasta que retorne la regla.

 

FUENTES DE LA INFORMACIÓN:

  • Santamaría Lozano R. Asistencia al puerperio hospitalario. En: Fabre González E, editor. Manual de asistencia al parto y puerperio normal. 2ª ed. Zaragoza: INO; 1996. p.381-395.
  • Santamaría Lozano R, Cararach Ramoneda V, Carrasco Rico S. Puerperio domiciliario: cuidados generales y educación sanitaria. En: Fabre González E, editor. Manual de asistencia al parto y puerperio normal. 2ª ed. Zaragoza: INO; 1996. p.463-477.