Autora: Dra. MJ Gibert.
Fecha de actualización: 2/9/18.
La toxoplasmosis es una de las infecciones más frecuentes en las personas a nivel mundial. No suele producir síntomas salvo en inmunodeprimidos y fetos. En el adulto, si llega a dar síntomas, suelen ser ganglios inflamados en el cuello, pero ello es muy poco frecuente y no sólo los causan la toxoplasmosis sino otras enfermedades como la faringitis. Afortunadamente, si nuestras defensas son normales, esta enfermedad sólo se pasa una vez y nos deja inmunizados de por vida, pero si la mujer se infecta cuando está embarazada hay riesgo de afectación fetal, sobre todo al principio del embarazo. Los síntomas en nuestro hijo son variables y oscilan entre pocos o ningún síntoma y el aborto, el retraso mental, la epilepsia o la ceguera. El control habitual de los alimentos y la vida alejada del campo ha contribuido a que el número de embarazadas que ha pasado la infección haya ido bajando, de manera que sólo el 15%, incluso puede ser que menos, de nuestras embarazadas están inmunizadas.
El Toxoplasma se multiplica en el intestino del gato (huésped definitivo), mientras que los humanos y otros animales son huéspedes intermediarios. Las heces de los gatos infectados están llenas de Toxoplasma que pasa a la tierra y de allí a las frutas y verduras que infectarán a los huéspedes intermediarios (ovejas, cabras, roedores, cerdos, aves, humanos). Las personas también nos infectamos por la ingesta de carnes crudas o poco cocinadas de animales enfermos. Otras formas de contagio son: alimentos contaminados por parásitos que transportan al Toxoplasma desde la tierra (moscas, cucarachas…) o por el contacto entre la mano contaminada por la manipulación de carnes, alimentos o tierra y la mucosa bucal.
Por lo tanto, para evitar infectarnos por el Toxoplasma durante el embarazo hay que seguir las normas que se detallan más abajo, pero sin agobiarse.
Piense que durante toda su vida probablemente no ha estado pendiente del contagio del Toxoplasma y sin embargo no lo ha adquirido, entonces, ya sería muy mala suerte que por dejar de respetar las normas una sola vez se contagiara.
También comentar que la serología sistemática de todas las embarazadas de bajo riesgo se ha dejado de realizar. Lo mejor desde un punto de vista sanitario es manejarlas a todas como si jamás se hubieran infectado, esto es, aplicando las normas bajo el epígrafe siguiente. A no ser, claro, que tengamos constancia de un análisis previo, realizado antes de la concepción o durante un embarazo anterior, que nos indique que ya está inmunizada contra la toxoplasmosis.
Nuestra insistencia en informarla se basa en que la higiene y el cuidado en la manipulación de alimentos son las medidas que se han mostrado más eficaces.
Fuentes de la información: