DRA. GIBERT

YODO: ¿por qué hay que asegurar la toma suficiente durante embarazo, lactancia e infancia?

147e43b755442e0a2749c5b6fe398cf9La importancia de tomar yodo en cantidad suficiente reside en que es un elemento imprescindible para que nuestro cuerpo produzca hormonas tiroideas y éstas, a su vez, son necesarias durante toda la vida para una función normal de nuestro cerebro y sus conexiones.Afortunadamente, han pasado las épocas de déficit severo de yodo, pero en España sigue habiendo un déficit leve. Las consecuencias del mismo son un cociente intelectual (unos 13 puntos menos) y una agudeza auditiva inferiores en los niños que han tomado menos yodo frente a los que lo han tomado en cantidad suficiente desde su concepción.

La buena noticia es que conseguir que nuestra familia consuma la cantidad adecuada (que es muy poca, esto es, alrededor de 0,1 mg en niños, 0,15 mg en adultos y 0,25 mg diarios en embarazadas y madres lactantes) es muy, muy fácil, y consiste en lo siguiente:

  • Tomar suplementos vitamínicos con 0,2 mg de yodo diarios durante el embarazo y la lactancia, que se pueden tomar en cualquier momento del día, e incluso en ayunas.
  • Usar sal común yodada (se vende en supermercados y tiendas de comestibles a precios análogos a la sal sin yodar) para condimentar los alimentos. Ya sabemos que la sal endurece las arterias y es deseable restringir su uso, pero cada gramo de sal yodada contiene 0,06 mg de yodo, entonces, con 2-3 g de sal al día es suficiente (la Organización Mundial de la Salud aconseja un máximo de 5 g diarios de sal, aunque lo habitual es consumir mucha más). Es importante que la sal se ponga al final de la cocción, para evitar que el yodo “vuele” con el calor.
  • Educar a nuestros hijos y familiares en el hábito de comer pescado de mar o marisco de forma periódica.
  • Utilizar en los comedores escolares sal yodada (lamentablemente, por la falta de conciencia ante este problema, se usan sacos de sal no yodada). A través de las Asociaciones de Padres de Alumnos podemos ayudar a cambiar esta realidad.

Muchas pacientes me preguntan por qué tienen que seguir tomando yodo durante la lactancia, si ellas ya no están embarazadas y efectivamente con la sal de la dieta les basta. La respuesta es que si bien ya no lo necesitan, parte del yodo que ingieren pasa a la leche y de ahí al bebé. Si no lo toman en cantidad suficiente, su leche puede ser pobre en yodo.

Otro tema de preocupación son las contraindicaciones del yodo, a saber: el hipertiroidismo autoinmune (enfermedad de Graves) y el bocio. Asimismo, algunos compañeros endocrinólogos prefieren que no se prescriban suplementos de yodo a las mujeres que toman hormona tiroidea (Levothroid®, Dexnón® o Eutirox®) pues consideran que dificulta encontrar la dosis adecuada para cada momento del embarazo. Sin embargo, en este último caso, las pacientes deben estar especialmente tranquilas, pues el yodo es el “combustible” que utiliza el cuerpo para producir hormona tiroidea, y ellas ya la toman directamente, lo que redunda en los mismos beneficios para su hijo.

A raíz de lo explicado, uno puede creer que el yodo es bueno en cualquier cantidad, pero no, hay que usarlo en su justa medida y evitar tanto su falta como su exceso. Una situación que nos expone a demasiado yodo es el uso de antisépticos como la povidona yodada (Betadine® y similares), pues sólo 1 mL de yodo contiene 100 mg (¡lo que necesitaría una embarazada o madre lactante durante un año!!). El uso de estos antisépticos de forma esporádica no es un problema en adultos no gestantes, pero sí lo es en embarazadas y niños, ya que se traduce en un aporte excesivo de yodo a nuestro hijo que, al ser aún inmaduro, puede sufrir una falta de función súbita de su tiroides. Por tanto, es mejor usar como antiséptico el alcohol o la clorhexidina.

Un dato objetivo sobre la importancia del yodo es que en todas las estanterías de las tiendas en las que se vende sal, hay sal yodada sin coste adicional, sin embargo, a la mayoría de nosotros no nos constan campañas informativas sobre el tema… La razón es que el Gobierno Español apuró el plazo para aplicar las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para erradicar el déficit de yodo. En el último momento, en 2005, el Ministerio de Sanidad y Consumo empezó a promocionar el uso de yodo entre los profesionales sanitarios y suponemos que, por falta de presupuesto, confió gran parte de esta misión al único fabricante del medicamento que sólo contiene yodo, que es el Yoduk®. El motivo de que no se gastara el dinero de todos en un asunto de interés general ya es otra historia…

 

Fuentes de la información: 

  • Morreale de Escobar G y Escobar del Rey F. El yodo durante la gestación, lactancia y primera infancia. Cantidades mínimas y máximas: de microgramos a gramos. An Esp Pediatr. 2000;53:1-5.
  • Arena Ansotegui J, Empranza Knörr JJ. Los antisépticos yodados no son inocuos. An Esp Pediatr. 2000;53:25-9.
  • Morreale de Escobar G y Escobar del Rey F. Consequences of Iodine Deficiency for Brain Development. En: Gabriela Morreale de Escobar, Jan J. M. De Vijlder, Sigrid Butz y Ulrike Hostalek, editores. The Thyroid and Brain. Stuttgart, Germany; 2003. p.33-56.