Entre el domingo 1 de agosto y el sábado 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Este año la Alianza Mundial para la Acción sobre la Lactancia Materna (WABA o World Alliance for Breastfeeding Action) ha escogido el lema «Proteger la lactancia materna: una responsabilidad compartida.» lo cual está de acuerdo con el 3º Objetivo de Desarollo Sostenible del Milenio, aprobado por las Naciones Unidas en 2015, cuyo enunciado es «Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades». Los objetivos de este año se centran en dar a conocer la importancia de proteger la lactancia materna y resaltar su repercusión en la salud de la población.
La lactancia materna es exitosa si se aparta a la madre de los cantos de sirena de la industria de las leches de fórmula y se le da el tiempo suficiente para recuperarse después del parto y amamantar a sus hijos, sin tenerse que preocupar de si se les conservará o no su puesto de trabajo. El Estado mediante la baja paternal contribuye de forma muy positiva a descargar a la madre de aquellas tareas domésticas que pueden ser asumidas por su pareja, de modo que ella no se distraiga de su función como proveedora exclusiva de alimentación para su hijo.
Los beneficios para la salud, tanto de la madre como del niño, son incontables:
- Los niños amamantados tienen menor frecuencia de infecciones y, si las tienen, son más leves.
- La inteligencia y la autoestima son superiores entre los alimentados al pecho.
- La muerte súbita del lactante es más rara entre los que toman pecho.
- La obesidad en la vida adulta es menor en el niño amamantado.
- Reduce en las madres el riesgo de padecer en el futuro cáncer de mama o de ovario.
- Las mujeres lactantes tienen menos riesgo de depresión posparto.
- Ayuda a espaciar los nacimientos.
Por esto se recomienda la lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses y, a partir de entonces, se combinará con los alimentos complementarios al menos hasta que el niño tenga 2 años.
Nuestra función es fomentar que vuestro bebé inicie la lactancia durante la primera hora del nacimiento, que tanto la mamá como el papá hagan el piel con piel, asesoraros para que podáis sortear los retos de la lactancia tanto durante el ingreso como en casa. Estas recomendaciones no varían incluso si la madre sufre la COVID-19 o se cree que puede sufrirla. La mascarilla y el lavado de manos son suficientes para proteger a nuestro bebé.
Todas las que hemos amamantado a nuestras hij@s podemos ser el espejo donde se miren las madres y los padres actuales y futuros. Si nosotras hemos podido, las demás también pueden. Por esto, este año os propongo un reto en Instagram, por ser una red social muy visual. Durará desde este martes al viernes (sólo 4 días, para no hacerlo tan largo) y agradeceremos mucho voluntarias que nos quieran subir una foto de ellas amamantando a su hij@ con el hashtag #lactanciamaternateanimoasuperarelreto y un comentario de algún momento de DIFICULTAD durante la lactancia. Seguro que se os ocurren muchos: la mastitis, las grietas del pezón, las pezoneras, el frenillo, el bebé que no sube de peso, la madre agotadísima… Ya he empezado con una foto mía. Con esta iniciativa, pretendo que nos sintamos comunidad y nos ayudemos entre tod@s.
