DRA. GIBERT

AMENAZA DE ABORTO: sangrado de la primera mitad del embarazo

Autora: Dra. MJ Gibert.
Fecha de actualización: 26/11/21.

 

¿ES FRECUENTE LA AMENAZA DE ABORTO? ¿ES UN RIESGO PARA MI EMBARAZO?

El sangrado que ocurre en un embarazo que progresa se llama amenaza de aborto. Son pérdidas que se producen durante la primera mitad del embarazo. Sabemos que a una de cada cinco mujeres le va a ocurrir. Ello es más frecuente, sin embargo, durante el mes y medio que sigue al test de embarazo positivo.

Si bien el sangrado no es una buena noticia, os queremos dar un mensaje de tranquilidad, puesto que la mitad de los embarazos seguirán adelante, y sin repercusión alguna sobre el concebido.

 

¿QUÉ SÍNTOMAS VOY A NOTAR?

El sangrado es el principal y, si bien suele ser moderado o leve, hemos visto casos incluso con sangrado llamativo en los que el concebido sobrevive. Entonces, no hay que dar nada por sentado hasta que nos valore nuestro ginecólogo de confianza.
Otros síntomas acompañantes son dolores menstruales, en el bajo vientre, a veces en la espalda, y sensación de presión en la pelvis. Aun con todo, al principio del embarazo no es raro que nos relatéis algún tipo de dolor o calambre, lo cual no tiene la mayor importancia si no va acompañado de sangrado.

 


Las molestias en la pelvis durante los primeros meses de embarazo son frecuentes y no tienen más importancia si no van acompañadas de pérdidas sanguíneas


 

¿POR QUÉ SANGRO?

Si la amenaza de aborto progresa hacia la ausencia de latido del concebido y/o su expulsión, esto es, hacia un aborto, pensamos que, por lo menos, la mitad de estos casos se deben a problemas de los cromosomas (en general, un cromosoma sobrante). Entonces, si el embarazo sigue adelante, y el concebido tiene un crecimiento y anatomía normales, el riesgo de que sea portador de una anomalía cromosómica va disminuyendo según avanza la gestación.

Otras circunstancias asociadas, sobre todo con el aborto consumado, son:

  1. La diabetes mal controlada.
  2. El exceso o el defecto de producción de hormonas tiroideas sin el tratamiento adecuado.
  3. Algunas infecciones específicas.
  4. La obesidad.
  5. El estrés continuado, no el aislado.
  6. El consumo de tabaco y/o alcohol y/o drogas.

Otros motivos que pueden favorecer la amenaza de aborto son:

  • Los anticoagulantes como la heparina: si bien su uso en ciertas pacientes tiene más ventajas que inconvenientes, también es verdad que propician el sangrado, al ser la sangre más líquida.
  • Los vómitos: aquellas mujeres con vómitos repetidos e incoercibles tienen más riesgo de sangrar, debido a las microlesiones causadas por el impacto de los mismos sobre el útero.

En las ecografías realizadas durante los dos primeros meses y medio, vemos que el útero crece por delante del saco gestacional, o bolsa de líquido en la que está el embrión, es decir, el saco no llena completamente el útero. Como el útero utiliza una gran cantidad de sangre para nutrir y oxigenar al concebido, parece que el establecimiento de las cañerías sanguíneas o cualquier evento (hablar, toser, moverse, ir al WC) puede lesionar esta red de vasos y provocar el temido sangrado, pues hay espacio entre el interior del útero y el saco para que se desarrolle un hematoma.

Algo más adelante, el saco coge volumen, como si de un globo hinchado se tratara, no deja ningún espacio libre dentro del útero y parece que lo empuja a que se siga dilatando. Así, el saco gestacional en crecimiento suele estar suficientemente hinchado como para cohibir el sangrado por compresión. La cantidad de sangre retenida y el eventual despegamiento de la placenta por ésta son muy importantes. Si hay un gran despegamiento placentario, el embrión se queda sin nutrición, ni oxígeno, lo que le puede causar la muerte. De hecho, es mejor que el sangrado salga al exterior a que se retenga.

 

¿HAY ALGÚN PERFIL DE EMBARAZADA CON MÁS RIESGO DE AMENAZA DE ABORTO?

No, realmente puede ocurrirle a cualquier mujer independientemente de su raza, edad o nivel socioeconómico. Si habéis sangrado en un embarazo anterior, el riesgo de que os ocurra en el actual aumenta.

 

¿QUÉ HARÁ MI GINECÓLOGX?

La prueba que más nos ayuda es la ecografía transvaginal, pues nos permite confirmar que el embarazo está donde toca, esto es, dentro del útero. Es frecuente que, a los pocos días del test de embarazo positivo, ya veamos una vesícula o mancha negra de pocos milímetros.  A partir de las dos semanas de la falta, con un equipo bueno de ultrasonidos, se pueden observar ya el embrión y su latido que, al principio, es típicamente lento. De hecho, los embarazos con actividad cardíaca tienen más posibilidades de seguir adelante. Los ultrasonidos también son útiles para ver la longitud del cuello uterino y si está cerrado o no. Por consiguiente, si el cuello está cerrado estamos ante una amenaza de aborto, mientras que si está abierto, el aborto ya es inevitable. Otras herramientas son el tacto vaginal y la medición de la hormona del embarazo en sangre (beta-hCG), aunque no siempre son necesarios.
Algunas veces, sobre todo si el sangrado es de cierta cantidad y superamos las 5 semanas de embarazo, solicitamos la determinación de vuestro factor Rh, de manera que podamos recomendar la gammaglobulina anti-D a las que son Rh negativas. Ésta previene el desarrollo de la isoinmunización, o ataque de nuestras defensas a los glóbulos rojos de nuestros descendientes, tanto en este embarazo como en los sucesivos.

 

¿CÓMO SE PUEDE PREVENIR LA AMENAZA DE ABORTO?

Consideramos oportuno comentaros las medidas que siguen:

  • El ácido fólico: los suplementos vitamínicos al uso pueden reducir el riesgo de aborto, por tanto, si la amenaza de aborto ocurre antes de las 10 semanas de embarazo, mejor seguirlo tomando, o bien, iniciar su toma.
  • La progesterona: no mejora el pronóstico, por lo tanto, no se aconseja su uso rutinario.
  • El reposo: recomendamos no levantar pesos y no tener relaciones hasta dejar de sangrar, pero no está claro que ello sirva para mejorar el pronóstico del embarazo. Atenerse a la baja laboral tiene valor para las asalariadas, que lo pasan mal en su puesto de trabajo, al tener que estar pendientes de su sangrado y, a la vez, de atender las órdenes de sus superiores. Al contrario, para trabajadoras autónomas o con negocio propio, dejar el trabajo tiene menos sentido, pues no se ha visto que la restricción de las actividades físicas habituales se asocie a mejores resultados. Lo que también está claro, es que no hay que meterse en cama, pues ello favorece las trombosis en las piernas y las embolias pulmonares.

 


No está claro que el reposo mejore el pronóstico de la gestación


 

¿PUEDO SEGUIR SANGRANDO DURANTE UN TIEMPO?

Sí, lo habitual es que la sangre retenida se expulse durante semanas, aun con el cese de la hemorragia activa. Es lo mejor que puede ocurrir, aunque ello asusta un poco. La sangre retenida expulsada suele tener un color marrón o rojo oscuro. Igualmente, al levantarnos de la cama perdemos más sangre. Ello no se debe interpretar negativamente, sino como consecuencia de la fuerza de la gravedad, es decir, la sangre retenida en la vagina cae al ponernos en pie.

 

FOTOS:

Nuestro agradecimiento a Natali Voitkevich (@natali_voitkevich) y a Polina Kovalova (@polinafilm).

 

FUENTES DE LA INFORMACIÓN: