El número del 19 de julio de la prestigiosa revista médica The Lancet incluye un interesante estudio sobre el pinzamiento diferido del cordón umbilical. Como ustedes ya saben, al nacer el bebé, se le corta el cordón umbilical. Tradicionalmente, se pinzaba nada más nacer, pero en 2006 dos reconocidas instituciones (la Confederación Internacional de Matronas y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia) lanzaron una recomendación conjunta sobre los beneficios de su pinzamiento tardío. Ello se refiere a que el cordón umbilical se corta a los 2-3 minutos del nacimiento o bien cuando deja de latir, lo cual favorece que el bebé disponga de más reservas de hierro, tenga menos anemia y la lactancia materna sea de mayor duración. El inconveniente de esta maniobra es que inicialmente se recomendaba que el abdomen del bebé quedara a la altura de la placenta, esto es, había que sostener al nacido al menos un minuto entre las piernas de la madre, pues se creía que si se ponía directamente sobre el pecho de la madre, la fuerza de la gravedad no dejaría que la sangre llegara en cantidad suficiente desde la placenta al bebé. El pediatra argentino, el Dr. Néstor Vain, y su equipo, realizaron un estudio sobre la necesidad de esta incómoda postura en tres hospitales. 197 recién nacidos se mantuvieron entre las piernas de la madre tras el nacimiento y 194 fueron puestos sobre el abdomen materno. Los bebés fueron pesados en el momento del parto y a los 2 minutos de estar en una de las dos posturas descritas. Para el grupo que era mantenido entre las piernas la diferencia de peso fue de 56 gramos, mientras que para los que fueron puestos sobre el abdomen de su madre fue de 53 gramos. La diferencia es tan nimia que no tiene relevancia clínica y no justifica ya adoptar la incómoda postura “vaginal” del nacido en sus primeros minutos de vida. Entonces, el contacto inmediato del recién nacido con su madre es claramente compatible con el pinzamiento retardado del cordón umbilical, una maniobra muy sencilla que mejora la salud de nuestros hijos desde el primer momento. Si quieren escuchar la noticia de boca del Dr. Vain basta con que pulsen aquí.
Fuente: The Lancet
