Estamos, un año más, en el Día Mundial del Cáncer de Mama. Independientemente de las críticas que pueda haber hacia el color rosa y su asociación con el sexo femenino, creo que lo más constructivo es aprovechar la circunstancia y fomentar la conciencia contra el cáncer de mama, de las formas que tenemos, si no de evitarlo, de reducir las posibilidades de contraerlo y de cuándo consultar al médico si notamos algo anormal.
No olvidéis que es relativamente frecuente tener alguna amiga, pariente o conocida con cáncer de mama, sobre todo si una está en la cincuentena o es más mayor. De hecho, la edad es un factor de riesgo muy importante. Se calcula que si llegamos a los 85 años, tendremos un 12% de posibilidades de padecerlo. Si bien no podemos modificar nuestra edad, hay otros factores que favorecen su aparición que sí podemos controlar, a saber: el consumo de tres o más bebidas alcohólicas por semana, fumar, la obesidad, el sedentarismo y la dieta grasa. Entonces, queda claro, lo que previene el cáncer de mama son las mismas maniobras que evitan otras enfermedades, esto es, si una hace ejercicio físico regular, tiene un peso saludable, come una dieta rica en frutas y verduras, a la vez que restringe las carnes procesadas, tiene menos riesgo. Si tenemos a nuestro primer hijo antes de entrar en la treintena y, además, lo alimentamos a nuestro pecho, las probabilidades también bajan.
Algunas veces, la prevención no es suficiente y enfermamos. Puede ocurrir que el tumor sea tan pequeño que no notemos nada y sólo la mamografía lo diagnostique. En otros casos, notamos un bulto o una asimetría en nuestro pecho. Así que nuestras recomendaciones son:
– Realizarse una mamografía entre los 50 y los 70 años, cada dos años. Hacérsela antes no parece que salga a cuenta, pues a veces detecta lesiones muy pequeñas que parecen cáncer y, si no se hubieran tratado, muy posiblemente no hubiera pasado nada. Otro tema es que las mamografías a veces hallan imágenes de difícil interpretación que acaban en biopsia y resultado benigno. En resumen, es mejor limitar el uso de la mamografía a los 50-70 años, edades en las que es más frecuente, y así evitar las biopsias innecesarias y los tratamientos excesivos en la medida de lo posible.
– En cuanto a la exploración mamaria, la practicamos durante la revisión en nuestras pacientes, pero es conveniente hacerse una palpación rápida (de pie, mientras una se pone crema o se ducha) una vez al mes, preferentemente los últimos días de la regla. No hace falta ser muy rigurosa. Muchas decís que si tenéis un cáncer de mama, igual no os dais cuenta. Mi opinión es que sí que lo encontraréis, pues cada una está familiarizada con sus pechos y el hallazgo de una induración o asimetría franca ha de ser motivo para solicitar cita.
19 de octubre, Día Mundial del Cáncer de Mama
18 octubre, 2018